con una espátula
El premio Nobel de la Paz de Irán, Narges Mohammadi, se negó este martes a comparecer ante un tribunal revolucionario para afrontar un nuevo juicio debido a la “falta de independencia del poder judicial” y la “ilegitimidad del tribunal revolucionario” en el país persa.
“El Tribunal Revolucionario es un matadero para la juventud iraní y yo no entraré en ese matadero. “Me niego a dar credibilidad o autoridad a los jueces relacionados con los servicios secretos y a los tribunales que participan en juicios falsos”, afirmó Mohammadi en un comunicado distribuido por su familia en la red social Instagram.
El activista condenó al Tribunal Revolucionario por dictar sentencias de muerte contra los jóvenes del país y citó a Mohsen Shekhari, de 23 años, que fue el primer manifestante ejecutado en 2022 por participar en las protestas provocadas por la muerte de Mahsa Amini.
La Sala 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán abrió hoy un nuevo juicio contra el activista por “sus recientes actividades en prisión”, en el primer juicio desde que recibió el Premio Nobel de la Paz en octubre.
El activista de 51 años cumple una condena de 10 años en la prisión de Evin de Teherán desde noviembre de 2021.
Desde entonces se ha enfrentado a dos procesos judiciales por sus inexplicables “actividades carcelarias” y por las que fue condenado a 27 meses de prisión y cuatro meses de trabajo comunitario y barrido de calles.
Su activismo se ha traducido en 13 detenciones, cinco penas de prisión por un total de 31 años y 154 latigazos en las últimas décadas.
El Comité Nobel Noruego concedió a Mohammadi el prestigioso premio el mes pasado “por luchar contra la opresión de las mujeres en Irán y promover los derechos humanos y la libertad para todos”.
El premio fue recogido por sus hijos en una ceremonia en Oslo el 10 de diciembre donde el activista buscó a través de ellos apoyo internacional para el fin del régimen iraní, “en su nivel más bajo de legitimidad y apoyo popular”.
Caracas Al Dia