Caracas Al Dia
Aunque la crisis de seguridad dura ya casi tres años, Ecuador tocará fondo en 2023 y terminará con una tasa de muertes violentas superior a 40 por cada 100.000 habitantes, lo que lo ubicará como el país más violento de América Latina.
Y en Ecuador una persona muere casi cada hora en términos de violencia criminal, sumando 7.497 muertes violentas al año, sólo al 17 de diciembre pasado.
Por lo tanto, es muy probable que Ecuador termine con una tasa de muertes violentas de 40 a 42 por cada 100.000 habitantes, lo que colocará al otrora pacífico país como el más inseguro y violento de toda América Latina, según el experto en temas de seguridad. Carolina Andrade.
De hecho, en el sector Nueva Prosperina, al sur de Guayaquil, capital de la provincia costera de Guayas, la tasa alcanza 114 por 100.000 habitantes, una de las más altas del planeta.
Tanto el asesinato del entonces candidato presidencial Fernando Villavicencio a manos de sicarios en agosto pasado -cuando salía de un mitin de proselitismo en Quito- como el del alcalde de Manta, Agustín Intriago, en julio, resonaron. Sobre todo y ha agitado al país en oportunidades políticas.
Pero las constantes masacres en las cárceles también han causado sufrimiento, desde conflictos brutales entre bandas criminales que luchan por el control de las cárceles, hasta tiroteos en zonas populares donde operan mafias de “microtráfico”, o asesinatos “accidentales” de niños. Dormí en su casa en un barrio pobre de Guayaquil.
Y finalmente, mire los titulares del diario El Universo del 30 de diciembre, cuando destacó la “noche de terror” que había vivido el día anterior la ciudad de Esmeraldas, capital de la provincia costera del mismo nombre y fronteriza con Colombia, donde ” Aparecieron vehículos en llamas y se escucharon varios disparos.
“Sicarios balearon un automóvil afuera de un centro comercial en Duala (ciudad vecina de Guayaquil) o “La Fiscalía (en Quito) protege sus instalaciones ante advertencias de posibles ataques”, informó el diario en otros titulares del día.
El aumento de la violencia también se debe al contexto de crisis económica que atravesó el país bajo la presidencia del conservador Guillermo Lasso, quien gobernó de agosto de 2021 a noviembre de 2023, cortando casi la mitad de su mandato para evitar la condena. Parlamento por presuntos casos de corrupción.
Durante su mandato, hubo informes de presuntos vínculos mafiosos con altas autoridades policiales y militares, apodado el ‘Narco-General’ y que lleva el nombre de la Embajada de Estados Unidos en Quito.
Según Andrade, el narcotráfico es la principal causa de la explosión de inseguridad en el país, cuyos tentáculos afectan no sólo a la población sino también a instituciones como el sistema financiero y el Estado.
Se sabe que las mafias del narcotráfico utilizan los sistemas formales de exportación en Ecuador para enviar droga a Europa y Estados Unidos, grandes consumidores.
Según los expertos, el 70% del dinero generado por el narcotráfico se lava o se introduce de contrabando en el sistema financiero y sólo el 30% se diluye en la economía informal.
Un informe de la ONU reveló recientemente que entre el 30% y el 50% de las drogas que ingresaron a Grecia y Turquía este año provinieron del puerto de Guayaquil.
Por eso, para Andrade, la lucha contra el microtráfico -comercio al por menor que se vende en las calles del país- no es el mayor desafío, sino la lucha contra las grandes mafias narcotraficantes que han sido investigadas, que se han infiltrado. Institución La formalidad del país.
Por todo ello, André, quien encabeza la secretaría de seguridad del municipio de Quito, ve como una “buena señal” que el nuevo presidente del país, Daniel Noboa, haya hecho cambios importantes en la jefatura de mando de las fuerzas armadas y policiales como medida para detener la espiral de violencia.
El experto consideró que, además, la crisis de seguridad afecta, sobre todo, a la población infantil y juvenil, que son blanco de reclutamiento por parte de las grandes mafias.
El 40% de la población carcelaria del Ecuador tiene entre 18 y 29 años, y el 37,2% de las mujeres que se encuentran encarceladas tienen entre 18 y 22 años.
La mayoría de la población carcelaria tiene un nivel de escolaridad inferior a la primaria, y el 59% de los que mueren en repetidas masacres carcelarias son jóvenes.
La deserción escolar y la alta emigración en el país son otros factores que hacen vulnerable a la población infantil en el contexto de aumento de la delincuencia, añadió Andrade.
Para los expertos, la lucha contra la inseguridad debe ser integral y decidida. Por ello, pidió al presidente Noboya asignar equipos y recursos a la policía para combatir el narcotráfico y el crimen organizado, una importante tarea que dejó pendiente su antecesor. Caracas Al Dia