con una espátula
Tres meses después del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y la oposición firmaron un acuerdo para establecer la organización de elecciones presidenciales en 2024 en la segunda mitad de este año, pero actualmente se registran pocos avances.
Alexis Pérez || INFOBAE
El acuerdo no sólo busca un marco regulatorio que garantice elecciones libres e independientes con seguimiento internacional y la participación de los más de 7 millones de venezolanos en el exilio, sino que también libere algunas tensiones entre ambas partes. También sugiere que se convoquen elecciones respetando el cronograma constitucional, que establece diciembre como el mes ideal para su realización.
Después de las conversaciones en Barbados, el chavismo dio algunos signos de “buena voluntad” sólo al boicotear las primarias de la oposición del 22 de octubre, que luego la Corte Suprema anuló en un fallo.
Venezuela también acordó un procedimiento para revisar la inhabilitación política de candidatos antidictadura, sin embargo, esto no es garantía para que el máximo tribunal del país, cuestionable por falta de independencia, haga justicia y revoque medidas que pesan sobre algunos representantes. Oponentes.
Además, el gobierno permitió que representantes del Centro Carter ingresaran al país para evaluar la posibilidad de monitoreo internacional, pero negó la presencia de una misión de la Unión Europea.
La responsabilidad recae ahora en el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por Maduro, que ha mantenido un silencio crítico sobre la fecha electoral que definirá quién será el responsable de tomar las riendas del país caribeño para el mandato de 2025. 2030.
La ausencia de un cronograma electoral específico por parte del CNE, la falta de información sobre el nuevo día para actualizar el Registro Electoral (RE) y la falta de fijación de una fecha para las elecciones presidenciales han sumido al pueblo venezolano en la incertidumbre.
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