con una espátula
El París Saint-Germain (PSG) se encuentra en medio de un nuevo escándalo, esta vez relacionado con supuestas presiones para influir en la selección del ganador del Balón de Oro 2021. Según informan Mediapart y Le Monde, el club parisino ha presionado a la revista France Football para que Lionel Messi, que se unirá al PSG en el verano de 2021, gane el prestigioso premio.
por el meridiano
La investigación judicial en curso sobre el presidente del PSG, Nasser Al-Khelafi, ha revelado acusaciones de estrechos vínculos entre el club y Pascal Ferré, ex director de France Football y responsable de la organización del Balón de Oro. Según documentos examinados por la policía francesa, en 2019 y 2021 se confirmó una estrecha relación entre el PSG y Fer. Además, Ferré ocupa ahora un puesto importante en el departamento de comunicación del club parisino.
¿Felicitaciones para mi? ¿Sí?#LEÓN8LdOr | @balón de Oro pic.twitter.com/cpOiFNiIjD
— Inter Miami CF (@InterMiamiCF) 30 de octubre de 2023
Otro personaje relevante en esta trama es Jean-Marcial Ribes, exdirector de comunicación del PSG, que está siendo investigado por diversos delitos, entre ellos corrupción y tráfico de influencias. Se ha revelado que Ribs, junto con al-Khelafi, fue el principal responsable de la comunicación con Fer durante el periodo en cuestión.
Según la información obtenida, Ferré eliminó varios artículos de las webs de France Football y L’Equipe a petición de Ribs, entre ellos uno que hacía referencia a posibles irregularidades en el fichaje de Javier Pastore en 2011, presuntamente con pagos de Al-Khelaifi. a Agente del jugador argentino.
Además, se mencionaron una serie de “regalos” que Ferré recibió del PSG entre 2019 y 2021, que incluían asientos en el estadio Parc des Princes, viajes pagados a Doha y otros beneficios. Se ha revelado que en dos ocasiones, en marzo de 2020 y marzo de 2021, Ferré viajó a Qatar con todos los gastos incluidos vuelos y hoteles. También se menciona un vuelo de ida y vuelta en clase business con Qatar Airways, pagado por el gobierno qatarí, que cuesta 8.986 euros.
Leer más en Meridiano