con una espátula
El fiscal que llevaba el caso del expresidente Álvaro Uribe ante la Corte Suprema por cargos de manipulación de testigos y fraude procesal renunció el martes, a la espera de una decisión sobre si la agencia presentará cargos contra el expresidente.
El actual fiscal, Andrés Palencia, presentó este martes su dimisión “aduciendo motivos personales relacionados con la salud de su familia”, informó la fiscalía en un comunicado.
Por lo tanto, “con el propósito de continuar con la actividad investigativa relacionada con el procedimiento seguido por fraude procesal y soborno de testigos contra el expresidente Álvaro Uribe, el caso ha sido asignado al Fiscal 12° Representante de la Corte”, quien es Víctor Salcedo.
El cambio se produce justo antes de que la fiscalía decidiera presentar cargos contra el expresidente, y el Departamento de Justicia le dijera por tercera vez el 6 de octubre que tenía motivos para hacerlo.
Sin embargo, han pasado más de tres meses y la fiscalía aún no ha decidido si acusa a Uribe.
Palencia fue nombrado en octubre después de que la fiscalía recibiera nuevamente la decisión de un juez de no procesar a Uribe y ordenara la presentación de cargos.
El fiscal indicó entonces que continuaba “un trabajo de investigación complementario” antes de decidir si presenta cargos.
En su momento, el senador Iván Cepeda, víctima de este proceso judicial, denunció que la Fiscalía favoreció “un escenario de impunidad” para el expresidente por la demora del proceso.
“La Fiscalía General quiere promover un escenario de impunidad para el imputado, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, sin otra intención que presentar una tercera solicitud de licencia y alargar el vencimiento de la acción penal”, Cepeda y su abogado, Reinaldo Villalba, consideraron entonces.
El caso Uribe
El caso comenzó en 2012 cuando Uribe demandó a Cepeda, un senador del izquierdista Pollo Democrático Alternativo (PDA), quien en ese momento preparaba un juicio político en el Congreso en su contra por su presunta vinculación con los paramilitares por manipulación de testigos.
Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia decidió no investigar al congresista y en su lugar inició un proceso contra el expresidente por manipulación de testigos.
Uribe abandonó su curul para dejar de estar incapacitado y dejó que su caso pasara a juicio general, tras lo cual la Fiscalía decidió que no había pruebas para perseguir judicialmente al expresidente.
Por ello, solicitó el archivo del caso por dos cargos, lo que tanto el Juzgado de Primera Instancia como ahora el Tribunal Superior de Bogotá rechazaron.
El caso que le preocupa es porque las víctimas creen que Uribe, a través de su entonces abogado Diego Cadena, llegó a sobornar a testigos del caso Cepeda, como el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, para que no declararan contra el expresidente y sus posibles vínculos con el paramilitarismo. /efe