Pakistán bombardeó el jueves un “refugio terrorista” en Irán, dos días después de que la República Islámica lanzara un ataque contra su territorio que mató al menos a nueve personas.
Pakistán, el único país musulmán con armas nucleares, y su vecino Irán han estado luchando contra grupos insurgentes a lo largo de sus fronteras durante décadas.
Los bombardeos se suman a una serie de crisis en Medio Oriente, donde Israel ha estado librando una guerra contra Hamás en la Franja de Gaza desde octubre y los rebeldes hutíes pro palestinos de Yemen han atacado barcos comerciales en el Mar Rojo.
Durante la semana, Irán también lanzó ataques contra lo que llamó “grupos terroristas antiiraníes” en Irak y Siria.
En una declaración, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán anunció que el país había lanzado “ataques militares altamente coordinados” y “específicamente dirigidos” contra escondites terroristas en la provincia iraní de Sistán-Baluchistán.
El ministerio añadió que “varios terroristas murieron” en el atentado, que se produjo “a la luz de información fiable que permitió prevenir actividades terroristas a gran escala”.
Al menos nueve personas, entre ellas cuatro niños y tres mujeres, “todas de nacionalidad iraní”, murieron en la localidad fronteriza, según los medios estatales iraníes, que citaron como fuente al vicegobernador de la provincia, Alireza Marhamati.
Tras el atentado, Teherán convocó al encargado de negocios paquistaní “para buscar una explicación”, según la agencia Tasnim.
Ambos países a menudo se acusan mutuamente de permitir que grupos armados lancen ataques en el territorio del otro, pero sus fuerzas gubernamentales rara vez responden.
“Intereses internacionales”
“La República Islámica de Pakistán respeta plenamente la soberanía y la integridad territorial de Irán”, decía el comunicado del ministro.
“El único objetivo de la acción de hoy era la propia seguridad y los intereses nacionales de Pakistán, que son primordiales y no pueden verse comprometidos”, justificó.
China, que mantiene relaciones privilegiadas con ambos países, dijo el jueves que estaba “dispuesta a desempeñar un papel positivo para calmar la situación” e instó a ambas partes a “evitar una escalada de tensiones”.
La República Islámica lanzó el martes por la noche un ataque con bomba contra “un grupo terrorista” en Pakistán, un ataque “totalmente inaceptable” que, según Islamabad, dejó dos niños muertos.
Según medios paquistaníes, las explosiones se produjeron cerca de Panjgur, en la provincia de Baluchistán, situada al oeste del territorio, en los casi 1.000 kilómetros de frontera que comparte con Irán.
Baluchistán, una zona rica en hidrocarburos y minerales, ha sido escenario de insurgencias separatistas durante décadas. Es la provincia menos poblada y más pobre de Pakistán.
El país, que celebrará elecciones generales el 8 de febrero, respondió llamando a su embajador en Teherán y bloqueando el regreso del embajador iraní actualmente en Irán.
“Con Drones y Misiles”
El primer ministro interino de Pakistán, Anwar-ul-Haq Qakar, ha decidido acortar su visita al Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) y regresar a casa “en vista de los acontecimientos en curso”, afirmó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. El extranjero Mumtaz Zahra Baloch en la rueda de prensa.
Las autoridades de Teherán han indicado que los ataques de Irán “con drones y misiles” tuvieron como objetivo las bases del grupo Jaish al-Adal en Pakistán.
Jaish al-Adal, formada en 2012, ha llevado a cabo varios atentados con bombas en suelo iraní en los últimos años. El grupo es considerado una “organización terrorista” por Estados Unidos.
El ministro de Defensa iraní, Mohammad Reza Ashtiani, dijo el miércoles que su país no limitaría sus medidas de seguridad.
Estados Unidos condenó los ataques de Irán contra Pakistán, Irak y Siria y reprendió a Teherán por violar las “fronteras soberanas de tres de sus vecinos en dos días”.