con una espátula
El fallo del Tribunal Supremo de Venezuela el pasado viernes sobre la inhabilitación política por 15 años de María Corina Machado ha provocado una creciente condena internacional. La medida, que busca sacar del juego electoral a destacadas figuras de la oposición y al ganador de las primarias de la oposición, Países como Argentina, Uruguay, Ecuador, Paraguay y Estados Unidos lo han condenado, entre otros, así como por organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA). Sin embargo, un grupo de gobiernos latinoamericanos guardó silencio atónito ante las tácticas chavistas.
Entre aliados cercanos Los regímenes de Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel en Nicaragua y Cuba están separados., respectivamente. La oposición nicaragüense ha destacado en su reciente comunicado que los tres dictadores siguen los mismos métodos de represión.
ese pequeño grupoO lo formó el presidente boliviano Luis Arcequien ha sostenido numerosas reuniones con el dictador Maduro y siempre ha manifestado su defensa y apoyo al régimen venezolano.
También hay gobiernos que, lejos de condenar lo que sucede en Venezuela, son cercanos al chavismo e incluso han intentado en diversos momentos frenar declaraciones de condena o rechazo contra la dictadura de Maduro en diversos organismos internacionales.
Tal ha sido el caso de los gobiernos de Gustavo Petro (Colombia), Lula da Silva (Brasil), Andrés Manuel López Obrador (México) y Xiomara Castro (Honduras)..
Desde su llegada al poder, Petro, exmiembro de la guerrilla colombiana del ELN, inició un cambio radical en las relaciones bilaterales con la dictadura venezolana. Luego de cuatro años de intensa tensión entre ambos países bajo el gobierno de Iván Duque, Petro impulsó el restablecimiento de las relaciones con Caracas. Aproximadamente un año y medio después de su llegada a la Casa de Nariño, mantuvo cinco reuniones bilaterales con el dictador venezolano, a quien defendió y defendió en cada expresión sobre la realidad del país vecino.
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