con una espátula
El jefe de la CIA, William Burns, ha revelado que Rusia ya ha perdido la guerra de Ucrania en muchos niveles. Alrededor de 315.000 militares rusos murieron y dos tercios de su flota de tanques quedaron destruidos o dañados. Todo ello sin acercarse a su “objetivo estratégico de apoderarse de Kiev y conquistar Ucrania”. Así lo reveló en un artículo publicado en la revista Foreign Affairs, donde admitió que Moscú “ha reconstruido su producción industrial militar, pero su economía ha sufrido mucho a causa de la guerra”, afirmó Burns, quien aclaró que la situación está llevando . La Rusia de Putin “sella su destino de convertirse en vasallo de China” y pasará a ser un país completamente dependiente de Pekín a nivel comercial y tecnológico.
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Burns sostiene que la estrategia de Putin es seguir dañando a Ucrania e intentar sobrevivir a la ayuda proporcionada por las potencias occidentales. Según el jefe de la agencia de inteligencia, Ucrania puede “subestimar la arrogancia de Putin” atacando profundamente detrás del frente del campo de batalla. Los temores en Estados Unidos de una escalada si Ucrania invade territorio ruso parecen haberse disipado. “Putin podría volver a amenazar con armas nucleares y sería una tontería descartar por completo el riesgo de una escalada. Pero sería igualmente tonto asustarse innecesariamente con ellos”.
La clave del éxito de Ucrania, escribió Burns, es seguir enviando ayuda estadounidense, a pesar de que los republicanos del Congreso han bloqueado un paquete de ayuda de 60.000 millones de dólares para Kiev, exigiendo medidas más duras por parte de Biden para frenar el flujo de inmigrantes desde México. “Que Estados Unidos abandone el conflicto en este momento crítico y ponga fin al apoyo a Ucrania sería un objetivo autoinfligido de proporciones históricas”. Burns dijo que “mantener el flujo de armas pondría a Ucrania en una posición fuerte si surgiera la oportunidad de entablar negociaciones serias”.
Alerta por situación “explosiva” en Medio Oriente
Su visión de la situación en Oriente Medio es claramente negativa. Dice que en las cuatro décadas que ha pasado trabajando estrechamente en la región nunca había visto una situación “tan explosiva” como la que existe ahora. “Detener las operaciones terrestres israelíes en la Franja de Gaza, satisfacer las necesidades humanitarias de los civiles palestinos, liberar a los rehenes, evitar la propagación del conflicto a otros frentes de la región y dar forma a un enfoque eficaz para el ‘día siguiente’ son increíbles. Pregunta difícil”, escribió Barnes.
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