El estado de emergencia en Perú durará 60 días y afectará en particular a Trujillo, la tercera ciudad del país y centro industrial del norte de Perú, así como a la provincia de Pataz, donde está arraigada la mafia ilegal del oro.
El 12 de febrero, Perú declaró el estado de emergencia en dos provincias de la región de La Libertad, permitiendo a las fuerzas armadas intervenir junto a la policía ante el surgimiento de bandas internacionales dedicadas a la extorsión y la minería ilegal.
El sistema tendrá una duración de 60 días y afectará en particular a Trujillo, la tercera ciudad más grande del país y centro industrial en el norte de Perú, así como a la provincia de Pataz, donde está arraigada la mafia ilegal del oro.
“El Estado peruano no dudará en enfrentarlos y neutralizarlos”, dijo en una conferencia de prensa el ministro de Defensa de Perú, el general retirado Jorge Chávez.
Según el primer ministro Alberto Otarola, el gobierno justificó la decisión citando “una creciente ola de violencia vinculada a organizaciones criminales y a la minería ilegal”.
En Trujillo y Pataje se ordenó la suspensión de servicios a locales comerciales, eventos sociales y espectáculos entre la medianoche y las 4:00 horas “hasta que se controle definitivamente la ola delictiva”.
Extorsiones y ataques en Perú
Las autoridades peruanas han denunciado bandas organizadas dedicadas al sicariato, extorsión y actos terroristas contra la policía, se informó. RFI.
Según las autoridades, el crimen organizado en Perú ha cambiado considerablemente en los últimos años tras la crisis migratoria en Venezuela, el tráfico de armas de fuego y la presencia de pandillas de origen venezolano como el Tren de Aragua.
Trujillo ha registrado alrededor de una muerte por día en lo que va del año, según cifras oficiales.
Pataje, por su parte, cuenta con unas 20 bandas mineras ilegales de oro, que han sido condenadas por volar siete torres eléctricas de alto voltaje, ataques con dinamita a empresas mineras oficiales y fuerzas policiales.
“Pataj es la peor expresión de lo que se pueda imaginar la inseguridad ciudadana: extorsión, explotación laboral, explotación sexual, proxenetismo, tráfico de armas, insumos químicos”, aseveró Otarola.
La mayor inseguridad llevó al gobierno peruano de Dina Baluarte a crear una fuerza de élite en noviembre pasado para luchar contra la extorsión, un delito que se ha disparado el año pasado con la presencia de bandas internacionales que aterrorizan a las pequeñas empresas y comerciantes.
*Leer más:Perú: Huelga afecta actividad turística en Machu Picchu
Vista de publicación: 122