con una espátula
El Estado se siente incómodo con el artículo 19 de la Constitución Nacional
El Estado garantizará a toda persona el goce y ejercicio inalienable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos de conformidad con el principio de progreso y sin discriminación alguna.
El exabogado parlamentario y defensor de derechos civiles Rafael Narváez rechazó la idea de cerrar la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos instalada en el país en cumplimiento del acuerdo y memorando de entendimiento firmado entre las partes.
La orden fue dada por el portavoz de la canciller, preñado de una acción incendiaria, con un ultimátum de 72 horas para que el equipo técnico abandonara el país para integrarse al cuerpo legal de los golpistas.
“Sin duda, el Estado ha retomado el camino de la opresión contra aquellos ciudadanos que, en el ejercicio de sus derechos políticos, han sido sometidos a detenciones arbitrarias con prisión y lugar de detención aún desconocidos, tanto sus familiares como sus abogados de confianza. , así como por sus abogados de confianza. “Son Luis Camacarro, Guillermo López y Juan Frites detenidos el 23 de enero, por el delito de desaparición forzada”.
Narváez continuó “Esta política pública del Estado viola sistemáticamente garantías constitucionales, judiciales y de derechos humanos que los activistas de derechos humanos no pueden eludir, como el reciente caso de Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, quien fue detenida y privada de libertad. La defensa de sus abogados de confianza sin permiso para ello, la Sabine del Helicoid designó el lugar de detención como sede del centro de tortura, siendo la primera vez en nuestro país que una mujer activista de derechos humanos es privada de su libertad.
Finalmente, el exdiputado exigió que el Estado detenga las graves violaciones de los derechos humanos y que el poder judicial intente restablecer su autonomía, independencia y competencias establecidas en nuestra CRBV.