Cuando un extranjero planea ingresar a Estados Unidos de manera legal, debe pasar por un puerto de entrada donde será entrevistado para aprobar o denegar su entrada, y aunque típicamente los latinos pueden hacerlo. Español, hay ocasiones en las que se necesita un mínimo de inglés para poder responder a unas cuantas preguntas: viaje y motivo de estancia.
Lo primero que debes saber es que necesitas solicitar una visa como paso previo. Sin embargo, el gobierno de ese país aclara que esta A no garantiza el ingreso de una persona ya que puede ser rechazada en el puerto.
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Este puerto de entrada se conoce como POE, su abreviatura en inglés. Es por donde los visitantes ingresan legalmente a los Estados Unidos u otro país. Puede ser por aeropuerto, ferrocarril o cruce de carreteras, o incluso por puerto marítimo.
Un informe de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) indica que los extranjeros deben completar el proceso de admisión en el primer puerto de entrada. Cuando el extranjero llegue con el agente migratorio deberá presentar sus documentos. Luego se verificará su identidad y validez. Además, se le realizarán una serie de preguntas sobre el motivo de su viaje. Cuando sea admitido, se le tomará una fotografía y se escanearán sus huellas dactilares. Luego, se sellará su pasaporte con la fecha de entrada y la duración de la estancia.
El agente español domina, pero…
Un plan lingüístico de la CBP explica que desde 2006, los nuevos agentes en las fronteras de Miami y Puerto Rico han sido capacitados para dominar el español. Además, desde 2009, todos los oficiales de operaciones marítimas y aéreas hablan con fluidez este idioma.
Por eso, según La Nación, se espera que la entrevista realizada por los trabajadores migratorios sea en español, al menos para los latinos.
Sin embargo, según innumerables historias de usuarios, esto no siempre es así. Por lo que se recomienda saber un mínimo de inglés para responder el motivo de su viaje e información sobre su ubicación.
La Aduana ha reconocido previamente la necesidad de una comunicación efectiva y precisa entre el personal y los extranjeros. Destacan que aunque muchos dominan perfectamente el inglés, una gran cantidad no lo hace. Este grupo se conoce como “dominio limitado del inglés”.
“Las barreras del idioma pueden afectar negativamente las interacciones con el público, la prestación de servicios y las actividades de aplicación de la ley”, señalan.