con una espátula
La defensa de Julian Assange pidió este martes al Tribunal Superior de Londres permiso para apelar de nuevo contra su extradición a Estados Unidos, aprobada por el Reino Unido en 2022, alegando que allí no recibiría un juicio justo.
El fundador de WikiLeaks, que se encuentra en prisión preventiva en el centro de alta seguridad de Belmarsh en Londres, no pudo asistir a la audiencia debido a una enfermedad, por temor a que su salud pudiera deteriorarse.
Su hermano, Gabriel Shipton, dijo el pasado viernes a Efe que su estado era “muy frágil” entre una multitud que pedía su liberación, en la puerta del juzgado, mientras que su esposa, Stella Assange, dijo el pasado viernes a Efe que estaría en Washington. manos. morir
Quejas por motivos políticos
Durante la sesión de este martes, los jueces Victoria Sharp y Adam Johnson escucharon los argumentos de la defensa y el miércoles fue el turno de la Fiscalía británica -en representación de la justicia estadounidense-, tras lo cual emitirán un fallo ya sea de inmediato o en otra fecha.
Si acceden al pedido de Assange, en 2021 comenzará un nuevo juicio de apelación sobre aspectos del caso que la defensa no ha apelado previamente en otro proceso.
Si lo niegan, se activará un proceso de deportación en Estados Unidos, por lo que enfrentarán 18 cargos de espionaje y piratería informática, castigados con hasta 175 años de prisión, según la publicación en el portal.
Su abogado, Edward Fitzgerald, enumeró argumentos que justificaban una nueva apelación y anular la orden firmada en abril de 2022 por la entonces ministra del Interior, Priti Patel.
Dijo que la orden viola el tratado de extradición de 2003 entre ambos países porque los presuntos delitos son de naturaleza política, además de violar sus derechos a un juicio justo y a la libertad de expresión, entre otros.
Según documentos judiciales, un juez estadounidense solicitó que se le prohibiera apelar y que se entregara, argumentando que el acusado cometió delitos penales en 2010 y 2011 al difundir información clasificada del gobierno estadounidense, que él sostiene, a múltiples informantes. en peligro.
Fitzgerald señaló que el descubrimiento en el caso de un complot de la CIA para secuestrar o matar a su cliente mientras se refugiaba en la embajada de Ecuador en Londres (entre 2012 y 2019) demostraba una motivación política y pidió que se admitiera como prueba.
Consecuencias para la prensa
El abogado también argumentó que “esta es la primera vez en la historia de Estados Unidos que un editor es procesado por obtener o revelar (en lugar de filtrar) secretos de Estado”, lo que, según afirmó, tendría graves consecuencias para la actividad periodística.
El equipo legal de Assange denunció que Washington no podía reconocerle el mismo derecho a la libertad de expresión que a un ciudadano estadounidense, ya que es ciudadano australiano, lo que, según dijeron, impediría que se hiciera justicia.
La defensa también teme que un jurado en Estados Unidos pueda ser parcial y que las autoridades del país puedan agregar cargos ‘a posteriori’ contra su cliente, lo que violaría el principio del orden internacional de permitir sólo la extradición por delitos específicos.
Assange, que es autista y sufre de depresión y otras enfermedades, lleva casi 14 años encarcelado en Reino Unido a pesar de no haber sido condenado por ningún delito.
Tras su arresto en 2010 a petición de Suecia, caso ahora cerrado, buscó asilo político en la embajada de Ecuador en Londres entre 2012 y 2019, antes de ser arrestado y trasladado a Belmarsh a petición de Estados Unidos.
Mientras estuvo encarcelado en la legación diplomática, tuvo dos hijos con la abogada sueco-española Stella Assange, quien lidera la campaña por su liberación.
Caracas Al Dia