con una espátula
Julian Assange no asistirá este miércoles a una segunda audiencia ante el Tribunal Superior de Londres para decidir si se le permite continuar su apelación en el Reino Unido o si, en cambio, puede ser extraditado a Estados Unidos.
El fundador de WikiLeaks, que se encuentra en prisión preventiva en el centro de alta seguridad de Belmarsh en Londres, también faltó a la sesión del martes debido a una enfermedad, dijo uno de sus abogados, Edward Fitzgerald.
A pesar de la lluvia, decenas de personas volvieron a reunirse a las puertas del tribunal de Londres -aunque menos que el martes- para exigir la liberación de Assange y que Estados Unidos retire los cargos contra él.
Al final de la jornada de este miércoles, en la que la fiscalía, en representación del poder judicial estadounidense, presentará su caso, los jueces Victoria Sharp y Adam Johnson decidirán si emiten un veredicto inmediato o lo posponen para otra fecha.
Sharp se disculpó por los continuos problemas técnicos que dificultaron la cobertura de las decenas de periodistas que siguieron el caso en persona y mediante videoconferencia.
La defensa del australiano, de 52 años, pidió a los magistrados que le permitieran apelar partes del caso que no se abordaron en otro procedimiento en 2021, así como la orden de entrega firmada en abril de 2022 por la entonces ministra del Interior, Preeti Patel.
Si acceden a la petición de Assange, se iniciará un nuevo juicio de apelación en Inglaterra, que podría prolongarse.
Si lo niegan, se activará un proceso de deportación en Estados Unidos, por lo que enfrentarán 18 cargos de espionaje y piratería informática, castigados con hasta 175 años de prisión, según la publicación en el portal.
Fitzgerald argumentó el martes que su entrega violaría el tratado de extradición británico-estadounidense de 2003 porque lo considera un delito de naturaleza política, aunque Estados Unidos sostiene que los cargos son penales porque puso en peligro la vida de múltiples informantes a través de sus revelaciones.
También sostuvo que la extradición violaría sus derechos a un juicio justo y a la libertad de expresión, ya que se le podrían conceder menos derechos que a un ciudadano estadounidense por ser ciudadano australiano.
Assange, que es autista y sufre de depresión y otras enfermedades, lleva casi 14 años encarcelado en Reino Unido a pesar de no haber sido condenado por ningún delito.
Tras su arresto en 2010 a petición de Suecia, caso ahora cerrado, buscó asilo político en la embajada de Ecuador en Londres entre 2012 y 2019, antes de ser arrestado y trasladado a Belmarsh a petición de Estados Unidos.
Caracas Al Dia