con una espátula
El lunes pasado, el presidente francés, Emmanuel Macron, organizó una reunión en el Elíseo con una veintena de jefes de Estado y de Gobierno para exponer su compromiso con Ucrania. Allí, el líder francés consideró necesario “hacer todo lo posible para que Rusia no gane esta guerra”. Para ello, sugirió que la OTAN envíe tropas de apoyo a Ucrania para luchar en la zona de guerra y así derrotar a Moscú.
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Ante esta declaración, el líder ruso, Vladimir Putin, respondió al jefe de Estado francés y a los aliados de la OTAN que intentan frenar sus intenciones. Para ello, amenazó a Estados Unidos y Europa con atacar sus territorios con poderosas armas que podrían tener “tristes consecuencias” si Occidente decidiera dar este paso.
A raíz de estas declaraciones, el mundo occidental ha estado alerta, más aún teniendo en cuenta que el 20 de febrero Estados Unidos afirmó que Rusia podría poner en órbita una bomba nuclear en el espacio a finales de este año. Sin embargo, lo cierto es que el gobierno estadounidense ha dejado claro que lo que probablemente el Kremlin pondrá en el espacio serán simulaciones.
Además, cabe recordar que el despliegue de armas nucleares en el espacio exterior está prohibido desde 1967 tras la firma del Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre firmado por Estados Unidos, Reino Unido y la antigua Unión Soviética. Posteriormente, 136 países se unieron al tratado.
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