Javier Conde/Futbolella
La octava edición de la Copa América Femenina ya terminó y los análisis están por llegar. “Venezuela no logró el objetivo”, afirmó Milagro Infante, ex entrenadora de la selección absoluta y actual entrenadora de la CONMEBOL.
Hay que tener paciencia para hablar con Milagro Infant. Imparte cursos de fútbol femenino y futsal en Sudamérica, viajando de país en país; Entrena a las selecciones de fútbol sala femenino mayor y sub-20 de Venezuela… sale de una reunión y espera otra. Pero un día suena el teléfono y es ella, sin prisas y dispuesta a hablar con amabilidad. “Brasil y Colombia son los países mejor organizados en el fútbol femenino”, afirmó. Habla con el patrimonio de alguien que ha recorrido la región de arriba a abajo, conoce las federaciones, los entrenadores que exigen atención, el talento emergente.
Fue elegido junto a la ecuatoriana Vanessa Aruz, la peruana Vivian Ayres y el paraguayo Rubén Subeldia para impartir los cursos solicitados por las federaciones locales, que siguen el contenido previamente aprobado por la CONMEBOL que, sin embargo, se adapta a las necesidades de cada lugar. “Se destacan los conceptos que la federación local considera más necesarios”, afirmó, como la preparación física adecuada a la edad, los métodos tácticos aplicados, los ejercicios especiales para los porteros… “No todos los entrenadores están igualmente cualificados”. , evaluar.
Grupos de instructores han podido impartir cursos en Ecuador, Colombia, Paraguay y Uruguay. Venezuela solicita otro Centro Nacional de Alto Rendimiento (CNAR). A cada curso asisten entre 25 y 30 personas, siendo hasta el momento más de cien. La mayoría son hombres. “La FIFA lleva años intentando garantizar la presencia de mujeres en los equipos técnicos de las selecciones nacionales, al menos en el apoyo técnico. A veces hay muy pocas oportunidades”, comenta.
Infante sabe bien lo que significa crear oportunidades. A los 13 años jugaba fútbol femenino en la categoría absoluta contra chicas de 18, 20 y más años. A los 15 años formó parte del equipo del antiguo Distrito Federal (donde la capital es Caracas); Después de tres años en la selección nacional. “En 1990, recuerda, asistí a un Mundial en Italia”, fue en Cerdeña, y terminaron quintos. Italia90 fue un torneo no oficial antes del Mundial. “He jugado durante más de 20 años”, dice con satisfacción.
Era un delantero centro: “Soy de la talla de Maradona”, y sonreía. En realidad 1:56, un poco menos. o mucho menos. En un momento se trasladó al centro de la cancha. Salió a los 29 años porque ya se había graduado como profesor de educación física en el Instituto Pedagógico de Caracas. Luego, la federación venezolana le presentó un proyecto pionero de fútbol sala y se inscribió allí, contando en su currículum Sudamérica, el Mundial y más. Durante dos años dirigió la selección absoluta de fútbol femenino y se tomó un descanso en el futsal, mientras que José Katoa (actual entrenador) sub-20 y el panameño Kenneth Jceremeta (hoy encargado del Deportivo Táchira femenino) sub-17 y sub-15.
De una visita a Sudamérica valoró que la federación local en Bolivia debe darle más apoyo al fútbol femenino; En Argentina considera que hay una liga competitiva, sobre todo entre los equipos de la capital; En Uruguay, durante el curso realizado allí dejó la impresión de que el apoyo federativo no era del 100% y, aunque admiró el éxito internacional de Venezuela en las divisiones menores, lamentó que el éxodo afectara tanto al fútbol de campo como al futsal. “Sigue en pie a pesar de los problemas económicos del país, que son muy difíciles”, afirmó.
En el caso de Venezuela, Infante reconoció el fuerte apoyo al fútbol femenino por parte del presidente de la FVF, Laurano González, con quien estuvo asociada antes de llegar al máximo cargo de la federación. Y habló con ella cuando expresó sus diferencias con otros miembros del cuerpo técnico de la selección absoluta femenina. “Mi filosofía es diferente”, comentó. Al valorar la reciente actuación de la Vinotinto en la Copa América Femenina celebrada en Chile, sonó la palabra “un poco triste” y de inmediato llamó a más entrenamiento para las chicas de la selección mayor.
Tenía una buena parte de estos jugadores en sus manos y aspiraba a jugar esas eliminatorias. “Es un gran equipo, Dena (Castellanos) le da un gran empuje, (Isaura) Viso que estuvo en Austria y ahora en Colombia, (Oriana) Altuve que fue goleadora en Uruguay, en la Libertadores y también en la liga colombiana… Todo eso de “pintar fuera del país”, dijo.
Sintió, y dijo, que Deportivo La Corana debió convocar a Lourdes Cicamoreno, la número 10, cuya ausencia se notó en el medio campo y regresó con su salida. “No comparto ese estilo de juego directo, de golpear el balón hacia arriba, me gusta el toque en equipo, la posesión del balón”, explicó.
“Quizás el objetivo no era salir campeón, como hay otros grupos de peso, sino ganarse un lugar para futuras participaciones internacionales”, anotó. Se disputó la clasificación para la Copa América Femenina, el Mundial, los Juegos Olímpicos y los Juegos Panamericanos de Lima. “Y ese objetivo no se consiguió”, lamentó.
El Infante asegura que ahora se cierra un ciclo y que imagina que deben pasar cosas, que ya ha escuchado comentarios personales. “Si quieren algún cambio, tenemos que iniciar un nuevo proceso para lograr grandes objetivos en la próxima ronda de clasificación. Por supuesto, esa decisión la tomará el presidente de la FVF en ese momento”, concluyó, y miró hacia adelante.