Caracas Al Dia
Hospitales atacados, escasez de alimentos, infraestructura bloqueada: la capital de Haití, Puerto Príncipe, se enfrentaba el sábado a una situación humanitaria cada vez más precaria, un día después de una nueva jornada de enfrentamientos entre policías y bandas.
“Los habitantes de la capital están confinados, no tienen adónde ir”, advirtió el sábado el jefe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Philippe Branchat, describiendo una “ciudad sitiada”.
“Quienes huyen no pueden contactar a sus familiares o amigos que se encuentran en el resto del país para buscar refugio. “La capital está rodeada de bandas armadas y peligrosas”, afirmó.
Las bandas criminales, que controlan amplias zonas de la capital así como las carreteras que conducen al resto de la región, llevan días atacando comisarías, prisiones y juzgados.
Las pandillas y un sector de la población exigen la dimisión del primer ministro Ariel Henry, que se encuentra fuera del país.
Según los últimos informes, Henry se encuentra en Puerto Rico luego de su llegada de un viaje al extranjero.
Ante la violencia, decenas de residentes ocuparon el sábado los locales de una oficina de la administración pública en Puerto Príncipe, con la esperanza de encontrar allí refugio, afirmó un corresponsal de la AFP.
Horas antes, hombres armados atacaron el palacio presidencial nacional y la comisaría de policía de Puerto Príncipe, confirmó a la AFP el coordinador general del Sindicato de la Policía Haitiana (Sinapoha). Según la misma fuente, varios atacantes murieron.
inseguridad
“La inseguridad continúa extendiéndose a nivel nacional: Artibonite (la región al noroeste de la capital, ndlr), Cabo Haitiano (en el norte) están sitiados y hay escasez de combustible en el sur”, destacó Branchat.
Según la OIM, 362.000 personas –más de la mitad de ellas niños– se encuentran actualmente desplazadas en Haití, un aumento del 15% desde principios de año.
El gobierno haitiano ha declarado el estado de emergencia en el departamento occidental que incluye Puerto Príncipe, así como un toque de queda nocturno que es difícil de aplicar por parte de las fuerzas del orden, que ya están abrumadas.
Fabiola Sanon, residente en la capital, contó a la AFP cómo su marido James, de 32 años, fue asesinado durante el último ataque.
“James nunca se metió en problemas con nadie. “Es un vendedor de cigarrillos normal y corriente”, afirmó la mujer tras verlo “tirado en la calle”.
Ante el estallido de violencia, la Comunidad del Caribe (CARICOM) invitó este lunes a representantes de Estados Unidos, Francia, Canadá y Naciones Unidas a una reunión en Jamaica.
Las administraciones escolares cierran cuando los aeropuertos o puertos ya no prestan sus servicios.
Según la OIM, la atención en los centros de salud se ve gravemente afectada “en hospitales que han sido atacados por bandas y han tenido que evacuar a los trabajadores sanitarios y a los pacientes, incluidos los recién nacidos”.
La directora general de la Autoridad Portuaria Nacional (APN), Jocelyn Villiers, condenó el saqueo en el puerto.
El hambre
La ONG Mercy Corps ha advertido del riesgo para el suministro de alimentos de la población de los países más pobres de Estados Unidos.
“Si el aeropuerto internacional cierra, la poca ayuda que Haití recibe actualmente podría no volver a llegar”, advirtió el jueves la agencia. Y “si no se recupera el acceso a ese fondo, Haití pronto morirá de hambre”.
“Si la parálisis del área metropolitana de Puerto Príncipe continúa en las próximas semanas, unas 3.000 mujeres embarazadas corren el riesgo de no poder acceder a cuidados sanitarios esenciales”, advirtieron varios representantes de la ONU en un comunicado.
Según ellos, “unas 450 de ellas pueden sufrir complicaciones obstétricas potencialmente mortales sin asistencia médica cualificada”.
“Muchas mujeres y jóvenes en Haití son víctimas de la violencia de bandas armadas”, comentó la coordinadora humanitaria de la ONU en el país, Urika Richardson, añadiendo que la ONU está “comprometida a seguir proporcionando asistencia”.
AFP