Costa Rica acoge permanentemente a unos 30.000 inmigrantes venezolanos, que aportan unos 40 millones de dólares anuales al erario pero que enfrentan múltiples obstáculos para su plena integración, reveló un estudio publicado este jueves por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El ‘Estudio de Impacto Económico de la Población Inmigrante Venezolana en Costa Rica’ con datos de 2022 indica que en Costa Rica viven 29.906 venezolanos, de los cuales 11.000 han logrado regularizar su situación migratoria y 18.405 aún permanecen con estatus irregular.
El informe estima que la influencia actual de los venezolanos asciende a los 40,2 millones de dólares que aportan al fisco anualmente, monto que podría elevarse a 47,5 millones de dólares si se regularizan los 18.405 individuos que ostentan ese estatus. Inmigración irregular.
“Con base en los datos revelados y los supuestos potenciales, se puede concluir que el impacto financiero de la inmigración venezolana en Costa Rica es positivo. Esto implica que si bien el país está incurriendo en costos por la gestión migratoria, el retorno de esta inversión es alto, incluso con “El panorama de desafíos para una integración efectiva”, señala el estudio.
Otros datos del estudio indican que Costa Rica tiene un alto porcentaje de profesionales entre la población inmigrante y refugiada venezolana, ya que el 73,9% tiene educación superior con doctorado y maestría y el 17,1% ha estudiado. Técnico Superior
Sin embargo, sólo el 33,2% de los profesionales desarrolla su carrera, lo que constituye un desafío para la plena integración a la sociedad costarricense.
En cuanto a su situación laboral, el 55,8% de los venezolanos se encuentra trabajando, principalmente en actividades empresariales, profesionales, técnicas, de apoyo a empresas y servicios financieros, servicios de alimentos y bebidas.
Tienen niveles de ingresos mensuales promedio que oscilan entre $453,5 para los trabajadores informales y $1.204 para los formales.
Los venezolanos generan $40,2 millones para el fisco costarricense, y los costos que implican para la economía costarricense se estiman en $20,6 millones en salud y $15,9 millones en educación, según datos de una investigación.
El estudio concluye que “empoderar a las poblaciones inmigrantes significa un mayor potencial de desarrollo y crecimiento”, por lo que insta a eliminar barreras relacionadas con los límites porcentuales de empleo extranjero, visas, permisos de trabajo, certificación de habilidades y vías de regularización.
El informe fue elaborado por Equilibrium, una consultora en nombre de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo Internacional, la Oficina de Población, Refugiados e Inmigrantes de Estados Unidos y la Cámara de Empresarios de Venezuela. Ejecutivos y Emprendedores en el Exterior (CAVEX). La recopilación de datos incluye 316 encuestas de poblaciones de inmigrantes venezolanos y una revisión de la literatura y datos administrativos sobre el contexto económico local.