A través de Radio Bemba, megáfonos, mensajes de texto, pancartas, graffitis, radios comunitarias y grupos de contacto que ya se estaban formando, el público, expuesto al “apagón mediático”, a la manipulación y a la mentira, rompió el bloqueo informativo de los medios privados. Se formó durante el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y el 13 de abril fue rescatado el comandante Hugo Chávez.
Ramón Lobo, diputado AN del estado Mérida, recuerda que en su momento era alcalde del municipio de Andrés Bello en la entidad andina, y destacó el momento donde los medios compartieron pantalla el 11 de abril y se encadenaron para iniciar los medios. manipulación.
“Difundimos la información a través de los medios de comunicación. Toda esa manipulación. Todo el encadenamiento que pudimos apreciar. De las 16:30 a las 16:30, mientras el presidente Chávez hablaba, partieron la pantalla y comenzaron a transmitir las imágenes al público; “Era una realidad difícil de aceptar”, afirmó.
Afirmó que los medios exageraron el golpe y recordó el titular del diario El Nacional la mañana del 11 de abril: “La batalla final será en Miraflores”.
Lobo dijo que fue a través de medios alternativos y comunitarios, así como llamadas telefónicas, que la gente se enteró de lo que estaba pasando, no a través de los medios tradicionales.
“Los detalles que se buscaban por radio, televisión y otros medios como llamadas telefónicas, empezaron a arrojar luz sobre lo que realmente estaba pasando en la provincia”, recordó el parlamentario.
Lo mismo sucedió en Caracas, donde multitudes se reunieron en las principales carreteras y calles aledañas mientras la gente comenzaba a acudir en masa al Palacio de Miraflores en busca de respuestas sobre el paradero del líder de la revolución bolivariana.
Todo esto se produjo bajo un silencio mediático deliberado de las principales cadenas de televisión que se limitaron a emitir películas y series de animación. A pesar de todo esto, la gente ya había logrado conocer la carta en la que el comandante decía que no había dimitido.
“Gracias a Dios la gente pudo reaccionar, y a través de Radio Bemba, a través de los medios comunitarios, especialmente a través de la radio, que empezó en ese momento, se transmitió la información de que el Presidente había sido secuestrado. Que después tuvieron un presidente en La Orchila y una ciudad en la calle, porque sólo nos mostraban por televisión con dibujitos como Tom y Jerry”, recordó el congresista Ramón Lobo.
gente de comunicacion
No hay duda de que en el rescate del presidente Chávez el 13 de abril, la comunicación popular o Radio Bemba jugó un papel importante para convocar al pueblo al Palacio de Miraflores y normalizar la situación en el país.
Así lo confirmó la representante de la AN, Asia Villegas, quien aseguró que el 13 de abril fue el acto de dignificación más importante que ha vivido la Venezuela política contemporánea, aunque se trató de un levantamiento popular sin organización previa, el hecho de que fue, para la posteridad, Un ejemplo de comunicación popular.
“Ciertamente hubo una organización social de una ciudad apostando por un nuevo modelo de país, pero sin discusión previa, sin planificación previa, más bien a través de Radio Bemba. Es el poder de la voz del pueblo que habla por sí misma, que se expresa el 13 de abril”, afirmó.
Asimismo, Villegas aseguró que la restauración de Hugo Chávez al poder por parte de su pueblo fue un hecho histórico como ningún otro y se debió al compromiso del presidente Chávez con el pueblo venezolano.
“Un acto como el regreso de Chávez a la fuerza de su pueblo. Al pueblo que hizo visible, al pueblo que creó, al pueblo que amó, al pueblo que llamó y en quien tuvo su mayor dolor, no sé si hubo alguien más en la tierra. “La gente quería ver a Chávez, quería mantenerlo vivo y, sobre todo, quería decir que él es su presidente y votamos por él”, dijo el representante.
lección aprendida
En este contexto, el congresista Ramón Lobo llamó al pueblo venezolano a velar por que no se manipule la información que llega a través de los medios de comunicación y redes sociales.
“Ahí se ve, años después, cómo se manipula la realidad. Por eso siempre tenemos que estar atentos a los medios de comunicación y a las redes sociales, que hoy son instantáneos, siempre evaluando y tratando de comprobar la información por otras vías”, subrayó.
El parlamentario también rechazó el papel antagónico desempeñado por la Iglesia católica en ese momento de incertidumbre.
“Una iglesia conservadora, una iglesia que apoyó esta medida y que nunca la rechazó. Esto sucedió en nuestro pueblo cuando uno de nuestros compañeros acudió a las autoridades de la iglesia para intentar interceder. La violencia ha sido contenida gracias a nuestra actitud responsable hacia la militancia”, afirmó el dirigente político.
Promoción de la comunicación popular.
A raíz de estos hechos, el gobierno revolucionario impulsó la comunicación popular y alternativa para fortalecer lo establecido en la Constitución venezolana, particularmente en los artículos 57 y 58 en materia de libertad de expresión.
Un mecanismo que visibiliza al pueblo venezolano y le da voz en la comunicación popular es la Ley de Responsabilidad Social de la Radio, la Televisión y los Medios Electrónicos.
Asimismo, el Presidente de la República, Nicolás Maduro, continúa el legado del eterno comandante Hugo Chávez, reiterando la importancia de los medios de comunicación alternativos y comunitarios.
CTV y Fedecámaras unen fuerzas
La Central de Trabajadores de Venezuela (CTV), cuyo presidente era, en ese momento, Carlos Ortega, y la Federación de Cámaras de Comercio e Industria (Fedecámaras), que preside Pedro Carmona Estanga, convocaron a la marcha del 11 de abril.
Carmona Estanga fue presidente de facto durante 28 horas durante las cuales derogó la Constitución y decenas de leyes aprobadas por Chávez. Además, perdió el poder público.
Tras asumir el poder, Carmona afirmó haber recibido “un amplio mandato del pueblo venezolano”.
Por su parte, fue el presidente de la CTV, Carlos Ortega, quien encabezó la marcha hacia Miraflores. Tras restablecer el hilo constitucional, huyó del país y encontró refugio en Costa Rica. Cuando regresó a casa, en 2005 fue condenado a 15 años de prisión por sedición, sedición, subversión e incitación a delinquir. Un año después logró escapar de prisión.