El candidato presidencial de AREPA, Daniel Ceballos, anunció este jueves que la transparencia en el manejo de la industria petrolera será clave para resolver el problema del salario mínimo de su gobierno si es elegido el 28 de julio.
“El precio del petróleo en el mundo hoy significa que si logramos una industria eficiente, transparente y honesta, donde no se roben los recursos y no sea una caja negra, entonces podremos enfrentar el drama del salario mínimo de 3,6 dólares”, añadió.
Durante una entrevista en Copacabana 93.7 FM en Guaranés, Ceballos explicó que su propuesta electoral incluye la aplicación de tecnología avanzada para asegurar la completa trazabilidad del destino de las ventas y los ingresos provenientes de la extracción petrolera.
Ceballos enfatizó que la recuperación económica de Venezuela está intrínsecamente ligada al petróleo y otras industrias básicas como el gas, junto con los avances en la diversificación económica, destacando el aporte de regiones como Acaragua y los Llanos Centrales en la producción de granos y cereales, y la región andina y la agricultura. al sur del lago. “Los productores locales han hecho esfuerzos fundamentales, llevando comida al plato de los venezolanos a pesar de las dificultades”.
Para el líder del partido Arepa, una solución económica comienza con un acuerdo político que bloquee el estancamiento actual. “Si firmamos el Acuerdo Esperanza, que podemos empezar a negociar ahora, podremos recaudar entre catorce y quince mil millones de dólares. Y si no se hubieran robado descaradamente 21 mil millones de dólares a PDVSA, según el último escándalo, habríamos tenido casi cuarenta mil millones de dólares para hacer frente a la crisis de los trabajadores.”
Ceballos enfatizó la necesidad de un Estado que permita una verdadera participación ciudadana en la toma de decisiones. “Hoy existe la tecnología para esto y esto es parte de nuestra propuesta: una transformación de la democracia y de las instituciones estatales que le den al pueblo voz y voto”, y agregó que la Constitución de 1999 promovía la democracia participativa y progresista, pero que veinticinco años Más tarde, los ciudadanos siguen controlando los presupuestos municipales, incapaces de influir eficazmente en tales decisiones.
Ceballos enfatizó su compromiso con un cambio profundo más allá de la simple oposición al gobierno actual. “Simplemente no queremos polarizarnos. Ofrecemos algo más grande, que llamamos Alianza de Esperanza”.
Con información de NP