Enrique Márquez, candidato a la presidencia de la República por el Partido Centrado de Masas, denunció que durante los últimos 25 años de gobierno la República sufrió un desfalco de 316 mil millones de dólares.
Con base en los cálculos realizados por el equipo técnico que lo acompaña, Márquez dijo que se trata de una documentación de los casos más emblemáticos de corrupción, entre los que mencionó la corrupción en la construcción de grandes obras contratadas al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), una empresa brasileña. . Odebrecht y muchos más.
En conferencia de prensa, el candidato opositor señaló que el monto cotizado corresponde a 16 años del actual presupuesto de Venezuela. Para medir el nivel de malversación, cita que lo que robó Tarek El Aissami representa el 8% de lo que llama “toda la tragedia que vivimos”.
Márquez, tras señalar que todo ese dinero debe invertirse en escuelas y hospitales, así como reflejarse en sueldos y salarios justos; Culpó directamente al presidente Nicolás Maduro, de quien, según dijo, no podía permanecer en el poder.
“(Maduro) fue presidente durante 12 años, pero además fue canciller durante siete años, vicepresidente durante un año y presidente durante cuatro meses (…) lleva 20 años enchufado, el donut que dicta el poder en Venezuela da”, aseveró.
Ante esto, Márquez cuestionó fuertemente que la Contraloría General de la República se dedique sólo a políticos incompetentes y opresores, mientras son incapaces de iniciar una investigación seria, cuando generan un desorden en las finanzas públicas.
El mismo portavoz prometió, si es elegido el 28 de julio, reformar el sistema regulatorio. “Hay que darle órdenes a la contraloría, al gobierno nacional, a los estados y municipios. (…) Además, vamos a fortalecer la contraloría social”, dijo.
Diálogo y comprensión
Al ser consultado sobre su disposición a firmar el acuerdo con el Ejecutivo Nacional, Márquez criticó que Nicolás Maduro firmó en Barbados y México y luego no los cumplió. Dijo que aunque no ha firmado contrato previo, está dispuesto a incorporarse donde sea que lo llamen, siempre y cuando no signifique entregar un cheque en blanco.
“Creo en el diálogo permanente, el entendimiento y más en un país cuyas necesidades son las mismas que las nuestras. (…) No doy un cheque en blanco, los elementos básicos deben estar ahí. Creo que tiene que aceptar que perder no es malo al ritmo que construye la democracia. Venezuela necesita reconocimiento de los resultados, no me opongo, pero necesito seriedad, responsabilidad y transparencia”, subrayó.