Miembros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) detuvieron en La Candelaria, Caracas, a una mujer que se hizo pasar por abogada para cobrar a sus “clientes” asesoría jurídica, alegando estar adscrita a un ministerio.
El director del Cicpc, Douglas Rico, informó este viernes que funcionarios de la delegación municipal Libertador Simón Rodríguez realizaron una extensa investigación. Gracias a ello fue detenida la ocupante de la función, identificada como Adriana González, de 43 años.
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“A través de conocimientos técnico-científicos se pudo saber que Adriana empleaba a personas que necesitaban asesoría jurídica, afirmaban que ella trabajaba como abogada en un ministerio que podía solicitar determinadas cantidades de dinero a cambio de información de archivos del ministerio público. Metropolitano Económico zona de Caracas con fines de lucro”, dijo Rico a través de Instagram.
Sin embargo, explicó que el falso abogado se negó a presentar sus documentos cuando fue llevado al Ministerio Público. Ante esto, las autoridades determinaron que González no trabajaba para ninguna agencia estatal. Ni siquiera tenía un título universitario que lo habilitara como defensor.
“En este caso el detenido quedó bajo el mando de la Fiscalía Cuarta del Ministerio Público del Distrito Judicial del Área Metropolitana de Caracas”, concluyó Rico.
Otro caso de acaparamiento de funciones.
En enero pasado, el Cicpc captó a un falso ortodoncista en Valencia, estado Carabobo. El sujeto utilizó la red social Facebook para captar clientes a los que atendía en su domicilio.
El hombre de 24 años fue detenido en el sector La Ciba de la parroquia Miguel Peña en el municipio de Valencia. La detención fue realizada por efectivos de la Delegación Municipal de Toquito.
Luego de la investigación, los detectives determinaron que el detenido había utilizado Marketplace, plataforma digital propiedad de Facebook, para ofrecer sus servicios de ortodoncista.
Así, los invitó a su casa donde los atendió en secreto. Es importante señalar que en los lugares antes mencionados no existían las condiciones de salud necesarias para brindar este servicio.
Los funcionarios policiales comprobaron que el sujeto no tenía ninguna profesión que lo certificara como ortodoncista. Durante el proceso policial se recuperaron como prueba del caso dos blisters de mini brackets de ortodoncia y herramientas quirúrgicas.