La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó este viernes el talco como un producto “probablemente cancerígeno” para el ser humano.
Esta declaración fue hecha por un informe del Centro Internacional de Investigación del Cáncer, afiliado a la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (CIRC/IARC), que se publicó en The Lancet Oncology Journal.
En un comunicado, la IARC informó que, tras una exhaustiva revisión de la literatura científica disponible, el Grupo de Trabajo de Expertos clasificó al talco como posiblemente cancerígeno para los humanos (Grupo 2A).
Se basa en “una combinación de evidencia limitada de cáncer en humanos (para el cáncer de ovario), evidencia sustancial de cáncer en animales de experimentación y evidencia mecanicista sólida de que el talco exhibe propiedades cancerígenas clave en células humanas primarias y sistemas experimentales”.
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Así, el talco, un mineral natural, trae consigo una exposición que se da principalmente en ambientes laborales durante su extracción, molienda o procesamiento, así como en la fabricación de productos que lo contienen, según informó el medio argentino infoby.
Supone un riesgo para la población en general, el uso de cosméticos y polvos corporales que contienen talco. Sin embargo, en varios estudios en humanos no se puede descartar la posible contaminación del talco con amianto, un producto clasificado como cancerígeno. Por ello, los expertos no descartan ciertos sesgos en las investigaciones que han aumentado la incidencia del cáncer.
También en el mismo trabajo científico publicado, la Agencia de Salud clasificó el acrilonitrilo, producto químico utilizado en la fabricación de fibras para textiles, caucho sintético y plásticos, como “cancerígeno para los humanos” (Grupo 1).
Mayor riesgo de cáncer de ovario
Los estudios que respaldaron la recomendación incluyeron mujeres que usaban talco aplicado en los genitales. La aplicación de talco en estas áreas mostró un ligero, pero no significativo, aumento del cáncer de ovario. Un primer estudio que incluyó a más de 250.000 personas en Estados Unidos.
Un segundo análisis de 8 estudios de casos y controles, que incluyeron a más de 18.000 personas (divididas en casos, que alguna vez usaron talco versus controles, que nunca usaron talco), mostró que las mujeres que usaron talco sexualmente tenían un poco más. El riesgo de tumores de ovario infiltrantes de serosos, tumores de células claras y tumores serosos limítrofes fue estadísticamente significativo. Entre aquellos que usaron talco en otros lugares (es decir, no genitalmente), no se observó un mayor riesgo de cáncer.