El 25 de junio, la vicepresidenta ejecutiva, Delsey Rodríguez, denunció que se había revelado un plan terrorista que pretendía destruir mediante actos vandálicos el Puente Angostura que conecta Anzotegui con Bolívar.
“El extremismo, que quiere causar sufrimiento al pueblo venezolano, que ha atacado el sistema eléctrico nacional, que ha promovido un terrible bloqueo económico contra nuestra patria (…), ahora tiene este plan distorsionado contra la importante infraestructura de la nación”. enfatizado..
Una serie de gráficos muestran los cortes realizados en varias guías con las que se pretendía debilitar toda la estructura del puente. El evento significó daños entre el 10% y el 20% de la estructura de cartelas del Puente Angostura.
De igual forma, el presidente Nicolás Maduro también condenó un acto de sabotaje contra un camión cisterna eléctrico en el estado Nueva Esparta el 26 de junio.
Con Maduro+ Durante su programa, el jefe de Estado presentó un video, obtenido por la Fiscalía General de la República, en el que un sujeto prende fuego al tanque.
El dirigente nacional señaló que el autor del hecho fue “pagado y enviado por motivos electorales a sabotear circuitos eléctricos”.
Pero estos casos no son aislados
En los 25 años que lleva el proceso revolucionario en el poder, estos ataques a la infraestructura estratégica del país se han convertido en un modus operandi, especialmente durante las elecciones.
Además, la investigación determinó que muchas de las acciones condenadas por el jefe de Estado fueron financiadas, diseñadas o ejecutadas por el sector de extrema derecha.
CNE ha sido un objetivo
Violencia contra los poderes electorales: crímenes contra la democracia, documento difundido por el organismo electoral en 2018, explica cómo el organismo ha sido objeto de ataques y violencia desde 2007.
“A través de estas acciones, un grupo minoritario de activistas políticos ejerció una presión deplorable y vergonzosa sobre el organismo electoral, alcanzando a veces altos niveles de violencia que constituían delitos penales puros”, dice el documento.
Fue en las elecciones presidenciales de 2013, cuando el candidato opositor Henrique Capriles desconoció los resultados y condenó los ataques contra el CNE y la muerte de 11 personas y contra la sede del CNE.
También denuncian en 2014 la Operación La Salida, que llevó a cabo varias operaciones para desprestigiar a la entidad, acusándola de “permitir fraude” durante las elecciones para elegir una nueva Asamblea Nacional, que finalmente la oposición obtuvo por mayoría; Sin embargo, nadie ha corregido la denuncia.
En 2017, durante las elecciones a la Asamblea Nacional, los centros y el personal del CNE también fueron atacados con mensajes de odio por parte de grupos que no quisieron participar en esas elecciones.
El 8 de marzo de 2020 fueron quemadas las bodegas del organismo electoral Filas de Mariche (Miranda), donde se guardan los equipos utilizados en cada elección y toda la infraestructura.
La medida “afecta a 82 ordenadores del Registro Civil, 49.908 máquinas de votación, 400 papeletas electrónicas; 22.434 inversores de corriente, 127 mil membranas de votación listas para su remoción y 49.323 sistemas de autenticación integral (SAI) para identificación biométrica.
Atacan al SEN
Medios de comunicación y redes sociales han registrado denuncias públicas de voceros gubernamentales respecto al sabotaje al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Entre estos ataques podemos destacar el lunes 2 de diciembre de 2013, cuando se intentó cortar el suministro eléctrico en gran parte del país, una semana antes de la celebración de las elecciones municipales.
El jefe de Estado aseguró que la falla del servicio eléctrico, ocurrida en varios estados del centro del país, ocurrió sin “ningún tipo de justificación técnica”.
En su momento acusó a la oposición de planear sabotajes en la SEN para provocar un “apagón general” en el país, por lo que inmediatamente ordenó la militarización de las subestaciones eléctricas.
Dos años después, en octubre de 2015, ocho semanas antes de las elecciones parlamentarias, el ministro de Energía Eléctrica, Luis Mota Domínguez, informó que se registraba un promedio de una muerte por semana como consecuencia de vandalismo eléctrico.
El pico de ataques a la SEN se produjo en 2019, y aunque no fue cercano al momento electoral, se produjo luego de que EE.UU. reconociera a Juan Guaidó, líder de Voluntad Popular, como “presidente interino”.
La principal respuesta del Estado fue crear un comando para la defensa de los servicios básicos estratégicos del Estado, cuyo objetivo sería proporcionar “seguridad, operatividad y sostenimiento”.
Las refinerías del país fueron atacadas
Otro objetivo que han atacado sectores extremistas es la refinería de Petróleos de Venezuela. Vale la pena señalar que desde el paro petrolero de 2002, que fue derrotado a los pocos meses, la principal industria del país también ha sido blanco de numerosos actos de vandalismo para afectar los ingresos del país y, además, afectar el bienestar de el pueblo venezolano. .
En 2022, el presidente Nicolás Maduro condenó el ataque terrorista contra el complejo refinador de gasolina. “El Palito recibió un ataque a su sistema eléctrico, también hubo un ataque terrorista de enemigos que se infiltraron en el complejo de la refinería y se escondieron para perjudicar a la gente”, dijo en ese momento, culpando al expresidente colombiano Iván Duque, en quien insistió ” el es venezolano quiere venganza
En ese momento, tanto la central hidroeléctrica de Amuay como la de Guri resultaron dañadas.