Este año se han reportado unas cinco explosiones e incendios en instalaciones petroleras en Venezuela. Hace semanas, cinco tripulantes murieron al hundirse una barcaza. Según los expertos, existen varias razones para el aumento de los accidentes en sectores clave de la economía del país.
Texto: Voz de América
Según expertos y fuentes, el clima de las operaciones petroleras en Venezuela, la falta de mantenimiento de las instalaciones, la falta de capacitación de los trabajadores y el temor a denunciar condiciones inseguras, favorecen el aumento de los accidentes en el sector.
A principios del siglo XX, la empresa estatal Petrolias de Venezuela (PDVSA) era considerada una de las empresas líderes y más seguras del mundo por sus estándares de calidad, eficiencia, producción y ausencia de accidentes.
La petrolera estatal incluso ha ganado premios por su bajo índice de accidentabilidad. Según expertos, como el exdirector de Pdvsa José Toro Hardy, esta reputación cambió entre 2006 y 2011, cuando se reportaron un promedio de tres accidentes por día.
Sin embargo, en los últimos tiempos investigadores, analistas, sindicalistas y trabajadores de la industria petrolera venezolana han notado un aumento en la ocurrencia de situaciones que comprometen la seguridad de los empleados, operaciones e instalaciones.
El 28 de septiembre, PDVSA confirmó el hundimiento de una barcaza petrolera en el lago de Maracaibo, al oeste del país, debido a “malas condiciones climáticas”, matando a cinco de sus tripulantes.
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Un incendio en la Refinería Carden (Falcon State) obligó a su cierre en marzo de este año, según un informe de la agencia Reuters. En agosto las condiciones eran similares en esas mismas instalaciones, con una capacidad de refinación de 310.000 barriles por día.
En julio, el gobierno confirmó la explosión e incendio de un gasoducto de la petrolera estatal en el oriental estado Anzoitgui debido a un sabotaje.
En enero, un antiguo parque de tanques de PDVSA en Los Puertos de Altagracia, estado occidental de Julia, se incendió sin causar daños ni heridos. En marzo se informó de otro incidente en los pozos de residuos de petróleo de PDVSA en la orilla oriental del lago.
Cuidado en instalaciones petroleras: un estándar de otra época
El año pasado, el Observatorio Independiente de Ecología Política de Venezuela registró 8 incendios en instalaciones petroleras de Pdvsa en Anzoetgui, Falcán, Monagas, Portuguesa y Julia, pero no negó la existencia de otros que no fueron reportados por la prensa.
La frecuencia de accidentes de los últimos años dista mucho del historial de seguridad de PDVSA de principios de siglo, donde se celebraban y publicaban hitos de miles de horas sin accidentes, recuerda el experto del sector Antonio de la Cruz.
“La no ocurrencia del accidente fue el precio de esa PDVSA”, antes de que el expresidente Hugo Chávez despidiera a miles de trabajadores y directivos para paralizar las acciones durante más de dos meses.
De la Cruz, analista no afiliado del Centro de Investigación de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de Estados Unidos, atribuyó el aumento de la inseguridad en PDVSA a la falta de mantenimiento de sus instalaciones, la mala capacitación del personal y la existencia de “opacos” leyes que rigen sus operaciones.
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En 2020, la gobernante Asamblea Nacional aprobó una ley antibloqueo para las operaciones energéticas, que permite al Estado venezolano preservar detalles clave de sus operaciones petroleras, como sus servicios contratados.
El sindicalista petrolero venezolano Iván Freitas asegura que los informes oficiales sobre accidentes en la industria dejaron de publicarse paulatinamente a finales de la primera década del siglo XXI, durante el gobierno del expresidente Hugo Chávez.
Denunció que la falta de transparencia del Estado venezolano respecto de estos accidentes en instalaciones petroleras provocó que sean cada vez más frecuentes. Dijo que PDVSA había dejado de publicar estas cifras después de la explosión de 2012 en el complejo de refinación Amua en Falcone, estado occidental, que mató a 55 personas e hirió a más de 150.
Miedo al arresto o a la dimisión forzada
Freitas, secretario de Profesionales y Técnicos de la Central de Trabajadores Petroleros de Venezuela, destacó que las leyes exigen el nombramiento de representantes de prevención y comités de investigación de estos accidentes en la industria.
“No existe. Y cualquiera que hable va a la cárcel”, afirmó, destacando el temor entre los sindicalistas y los trabajadores petroleros a condenar el accidente.
En febrero pasado, Carlos Salazar, un trabajador jubilado de PDVSA, fue arrestado por criticar al empresario colombiano y funcionario del gobierno venezolano Alex Saab. Después de las elecciones presidenciales de julio, se publicaron vídeos de trabajadores petroleros detenidos en sus puestos de trabajo por agentes de la policía y de la inteligencia militar.
En agosto, los sindicatos informaron que cientos de empleados de la petrolera estatal venezolana PDVSA, así como otros miembros del Ministerio de Petróleo y otros sectores del sector público, se vieron obligados a renunciar a sus cargos políticos luego de las disputadas elecciones presidenciales.
Fuentes con conocimiento de la industria petrolera dijeron a la VOA, bajo condición de anonimato por temor a represalias, que los trabajadores se perdieron debido al “compromiso de la gerencia con la seguridad” dentro de PDVSA.
“Los errores se acumulan en las operaciones y terminan en accidentes. Antes de que ocurriera esta explosión e incendio, hubo varias señales y hechos que nos permitieron advertir lo que iba a pasar”, advirtió uno de los asesores.
Además, condenaron la falta de investigación del accidente, cuyos resultados no se comparten públicamente, y advirtieron que la “presión” sobre los yacimientos petrolíferos para aumentar la producción aumentaba la probabilidad de accidentes.
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En 2023, PDVSA se vio golpeada por un escándalo de corrupción multimillonario que llevó al arresto de decenas de líderes y empresarios, entre ellos el exvicepresidente y exministro de Petróleo Tarek El Aissami, del gobierno de Nicolás Maduro.
Pero el gobierno de Venezuela considera hoy a la agencia estatal “en la cima de su recuperación estratégica”, encabezada por la vicepresidenta Delsey Rodríguez, a quien el presidente Maduro puso a cargo de la industria hace unas semanas.
Según su comunicado, Venezuela cuenta con “una industria petrolera eficiente, soberana, reconocida internacionalmente por su confiabilidad y prestigio, es una realidad”.
La producción nacional de petróleo aumentó en un promedio de 943.000 barriles por día en septiembre, según cifras oficiales. En 1999, esta cifra superó los tres millones de barriles diarios, aunque fue ligeramente superior entre 2020 y 2021, hasta más de medio millón.
Desde estos años, la industria petrolera se ha visto afectada por sanciones económicas y licencias especiales por parte del gobierno de Estados Unidos, que según afirma busca suprimir el poder político en Venezuela para facilitar el cambio democrático.
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