con una espátula
La Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines (SVIAA) aconseja a los agricultores realizar un convenio previo con la industria alimentaria para vender sus cultivos.
“Alcanzar las metas de crecimiento en la agricultura venezolana es difícil por falta de financiamiento”, advirtió Saúl Elías López, presidente de SVIAA.
Debido a la falta de crédito en Venezuela, López dijo que los agricultores tienen que asumir todos los costos de los cultivos.
“La mayoría de los países mantienen una política de financiamiento al sector agroalimentario, pero en Venezuela ocurre todo lo contrario”.
Ante esta situación, el directivo sugirió intentar sembrar el cultivo mediante un acuerdo previo entre el agricultor y la industria alimentaria.
Señaló que la propuesta surgió de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (FEDEGRO) como una alternativa a la producción agrícola a través de asociaciones de productores e involucrando al sector animal, vegetal, forestal y pesquero.
Equilibrio agroalimentario
Se prevé que la producción de maíz, el principal cereal de consumo del país, cierre en 1.350 toneladas en 2023, con un 65% de blanco y un 35% de amarillo para consumo animal industrial.
En arroz, la producción alcanzó las 292 toneladas, perdiéndose el ciclo de verano del norte, que comienza a cosecharse en marzo de 2024.
En 2022-2023, la superficie sembrada de maíz ha aumentado de 250.000 a 350.000 hectáreas, indicó López en el comunicado de prensa.
“Este es un número bastante favorable, considerando que 2019 fue el peor período, en los últimos 50 años, para la agricultura venezolana, cuando la siembra alcanzó las 114 mil hectáreas”.
Una recuperación en cuatro años de un aumento del 300% en el área plantada en Venezuela.
Saldo agrícola negativo
Las condiciones climáticas son uno de los factores que afectaron la cosecha de maíz debido a las continuas lluvias seguidas de una sequía prolongada.
En el maíz, los niveles de rendimiento cayeron de cuatro a 3,9 toneladas por hectárea y los precios finales, que promediaron 380 dólares por tonelada en 2022, cayeron a 320 dólares en 2023.
– ¿Qué tan rentable es la agricultura en Venezuela?
– A pesar del aumento de la superficie plantada y de la producción, el balance del maíz es inversamente negativo.
El agricultor dijo que muchos productores agrícolas están endeudados porque no han podido obtener ganancias y temen no poder sembrar este año.
-Las perspectivas para 2024 sin crédito son negativas para Venezuela, porque si el maíz se echa a perder, la cadena alimentaria también se ve afectada.
López indicó que los sectores del arroz, la caña de azúcar, el cacao y el café constituyen una industria que continúa a pesar de la caída de la producción agrícola.
El presidente de la Sociedad de Agrónomos enfatizó que para superar todos estos problemas de resiliencia, incluida la falta de crédito, el camino es ir hacia sociedades productoras de siembra de cultivos.
“Es como una preventa y así se mantiene un mercado cautivo que le facilita al agricultor calcular el costo, garantizar el área sembrada, el tipo de cultivo y la ubicación de su cultivo”.
Pone como ejemplo el Estado portugués, donde las grandes industrias financian a los agricultores y, además, les suministran semillas y agroquímicos, y la tecnología está incluida en ese paquete.