con una espátula
Este viernes, la Fiscalía de Colombia imputó al alcalde de la policía, Alfonso Quinchanagua, un nuevo cargo relacionado con la interceptación ilegal de Marelbis Meza, quien era niñera en la casa de Laura Sarabia, ex jefa de gabinete del presidente Gustavo Petro.
Un fiscal anticorrupción acusó a Quinchanegua de “falsificación de material en documento público”, cargo que no aceptó, dijo el fiscal en un comunicado.
Según la Fiscalía, las pruebas recabadas indican que el alcalde “ordenó a un patrullero corregir y agregar partes de la entrevista dada por Marelbis Meza con motivo del robo de dinero en la casa de la señora Sarabia Torres, el 29 de enero de este año.”
En ese sentido, se incluyó que Meza, luego de terminar su jornada laboral, tomó un servicio de transporte privado el día que perdió algunos dólares.
Esta información supuestamente fue utilizada para justificar una declaración sin fundamento tomada al conductor de la plataforma de transporte virtual.
La investigación reveló que el alcalde Quinchengua aparentemente presionó a sus subordinados, a través de mensajes de texto y verbalmente, para que procedieran de manera errática.
La entrevista alterada formó parte de un informe de la policía judicial presentado al fiscal quien ordenó interceptar las comunicaciones entre Meza y otro hombre con base en diverso material proporcionado por el imputado en el incidente.
El escándalo de Sarabia, quien hoy es director del Departamento de Bienestar Social (DPS) y fue la mano derecha del presidente durante su primer año de gestión, fue el héroe del mayor escándalo del ejecutivo de Petro robando un maletín que contenía dinero y Documentos oficiales de su apartamento.
Tras acusaciones de robo de dinero, la policía interceptó ilegalmente los números de teléfono de la niñera y de otra empleada doméstica como tapadera para una investigación contra la banda criminal del grupo Golfo en el departamento de Chocó, en el noroeste del país.
Además, Meza fue llevado a una habitación de la sede presidencial, Casa de Nariño, interrogado y sometido a una prueba de polígrafo sin orden judicial.
El complot estuvo implicado en chantajes y amenazas enviadas a Armando Benedettio Sarabia, entonces embajador en Venezuela, quien previamente había expuesto su agenda y a quien amenazó con revelar “secretos” que podrían incluso involucrar un financiamiento irregular de campaña. el presidente
Aunque Sarabia dejó su cargo en el gobierno, regresó unos meses después como director del DPS, departamento que no tiene cargo ministerial pero que administra y continúa aportando una gran cantidad de recursos para programas para personas desfavorecidas. Uno de los hombres de mayor confianza del presidente.
Caracas Al Dia