A pesar del bajo nivel de aceptación de Nicolás Maduro entre los votantes, según diversas encuestas; Volverá a ser el candidato del PSUV en las elecciones presidenciales. Los analistas coinciden en que esto era predecible, ya que al chavismo sólo le interesa mantenerse en el poder.
Analistas de la política venezolana han explicado que el oficialismo apuesta por la candidatura de Maduro porque éste ejerce “control” sobre la estructura del partido gobernante, como lo ha hecho desde la toma de posesión del expresidente Hugo Chávez en 2007.
“El control político del PSUV está en manos de Nicolás Maduro. El PSUV es un partido con una estructura jerárquica muy concentrada”, dijo el politólogo Piero Trepicione en entrevista con La Voz de América.
Según el experto, una de las características del PSUV es su “hiperliderazgo”, que en ciencia política se entiende como la concentración de poder en torno al líder. Afirmó que Maduro no tenía tanta influencia en la dirección del partido cuando llegó al poder, en 2013, a diferencia del enorme dominio que tiene ahora.
“A lo largo de los años, Maduro ha ganado el control de su propio espacio y organización. Como es el máximo dirigente y tiene el control regional del país y del PSUV, si su deseo es ir a la reelección, el PSUV asume ese deseo.
Respeto al líder
La estructura política del PSUV es “leninista” y “muy parecida” al Partido Comunista de Cuba, explicó, por su parte, el politólogo José Vicente Carrasquero, también en conversación con medios web.
Se trata de movimientos políticos que tienen “un líder fundamental”, independientemente de su poder y desempeño como gobernante, de su “incertidumbre”.
“Al chavismo no le importa mucho el desempeño de un gobierno, pero sí le importa mucho mantenerse en el poder a cualquier costo”.
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