Las autoridades japonesas confirmaron el martes que al menos 48 personas habían perdido la vida, después de que el 1 de enero se registrara un potente terremoto de magnitud 7,6 en la región de Ishikawa, seguido de cientos de réplicas que alertaban de un tsunami.
También indicaron que otras 16 personas resultaron gravemente heridas, mientras que los daños a las viviendas fueron tan importantes que no pudieron evaluarse de inmediato.
Según informes de los medios japoneses, miles de casas quedaron destruidas. El portavoz del gobierno, Yoshimasa Hayashi, dijo que 17 personas resultaron gravemente heridas y dio una cifra de muertos ligeramente menor, aunque dijo que estaba al tanto del recuento de la prefectura.
En algunas zonas están cortados el agua, la electricidad y el servicio de telefonía móvil, y los residentes lamentan sus casas destruidas y su futuro incierto.
“No es sólo ese desastre. La pared se derrumba y puedes ver la siguiente habitación. No creo que podamos vivir más aquí”, dijo Miki Kobayashi, residente de Ishikawa, mientras entraba a su casa.
contexto
Un terremoto de magnitud 7,5 sacudió Ishikawa, en el mar de Japón, en la isla principal de Honshu, a las 16:10 horas (07:10 GMT) del lunes, según informó el Servicio Geofísico Estadounidense (USGS).
Según las autoridades japonesas, el terremoto tuvo una magnitud de 7,6. Después de más de 18 horas, la alerta de tsunami fue desactivada durante la jornada del martes.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) indicó que tras el terremoto inicial se registraron 155 sismos adicionales, la mayoría de los cuales tuvieron una magnitud superior a 3.
(Incluyendo información de AP)