El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, prometió el martes que las elecciones generales del próximo domingo serían las más libres en la historia del país.
“Vamos a garantizar que no habrá violencia, para que la ciudadanía pueda ir a votar con tranquilidad, con seguridad, sin miedo, porque creemos que van a ser unas elecciones limpias, libres y sobre todo pacíficas”, afirmó el Presidente. Su habitual rueda de prensa.
También explicó que las autoridades nacionales, los gobiernos estatales y el Instituto Nacional Electoral (INE) se han reunido en los últimos meses para asegurar que la ciudadanía se manifieste sin ningún temor ni presión.
“(Queremos) que el voto sea verdaderamente libre, secreto, privado. Pongamos un ejemplo de democracia. La violencia que nuestros oponentes conservadores apostaban que ocurriría, afortunadamente no sucedió”, dijo, y agregó que al menos 30 personas que se postularon para un cargo, planearon hacerlo o actuaron de alguna manera durante el proceso electoral murieron en las redadas.
López Obrador afirmó que el fortalecimiento de la democracia mexicana se debe a que la gente ya no quiere “esa historia negra” del fraude electoral.
En ese sentido, recordó la época en que incluso la presidencia de la república podía ser “robada”, como ocurrió, según él, en 2006, durante su primera campaña presidencial.
“Ahora estamos inaugurando una nueva fase de verdadera democracia. Ya no es una caricatura. La democracia no es una máscara que funciona detrás de una oligarquía de quienes se sienten mafiosos del poder o dueños de México. Estamos en tiempos diferentes y tenemos que celebrarlo. Dijo que el pueblo está a cargo.