Organizaciones sociales y sindicales de Argentina dijeron que el gobierno les ordenó esta semana pagar hasta 56 millones de pesos (66.000 dólares) por operativos de seguridad dirigidos en el marco de dos protestas celebradas el 22 y 27 de diciembre.
“Al igual que otras organizaciones sociales y sindicales, recibimos una orden de pago de un millón de dólares”, dijo la organización Libres del Sur en un comunicado difundido el viernes que recibió la orden ese día. Antes.
“Estos castigos son actos de opresión e intimidación por parte del gobierno de (el presidente) Javier Milli”, condenó la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA) en otro comunicado.
Ambas organizaciones fueron multadas por dos protestas diferentes: la primera tuvo lugar el 22 de diciembre en una plaza del centro de Buenos Aires, donde decenas de personas se reunieron para denunciar la interrupción de la ayuda alimentaria que periódicamente brinda el Estado a organizaciones sociales.
Una segunda manifestación, que reunió a miles de personas, tuvo lugar el 27 del mismo mes, cuando las principales centrales obreras de Argentina solicitaron amparo ante los tribunales para declarar la nulidad del ambicioso decreto de necesidad. y urgencia gubernamental, que fomenta la reforma laboral.
Al menos una decena de organizaciones sociales y sindicales han recibido cartas del Ministerio de Seguridad de la Nación, encabezado por la conservadora Patricia Bullrich, exigiendo dinero para reparar los costos operativos “utilizados para frenar el trabajo ilegal” en contraprestación al mantenimiento público. orden
Bullrich propuso a la ciudadanía desde el 10 de diciembre, día en que asumió como ministro, que “el que hace paga”, su lema de política de mano dura ante la inseguridad; También contra los manifestantes que infringen la ley bloqueando el tráfico.
Así, introdujo un protocolo contra el bloqueo de vías de tráfico, conocido como “Protocolo Antipiquetes”, que prevé el uso de la fuerza necesaria para mantener el recinto libre de manifestantes u objetos que obstaculicen el tráfico.
Bullrich aseguró que “facturará todos los costos asociados con las operaciones de seguridad a las organizaciones o personas responsables” y determinó que “el Estado no pagará por el uso de las fuerzas de seguridad”.