La cultura del agua catuche une a sus habitantes en una convivencia respetuosa con la corriente, simbolizando identidad y resiliencia. El proyecto, impulsado por comunidades y expertos, promueve el uso responsable del agua y la integración social en un esfuerzo conjunto de reconstrucción.
*Sasha Ascanio
Un elemento fundamental de la estabilidad social es la convivencia. Los habitantes de Catuche se esfuerzan por convivir pacíficamente no sólo con los individuos, sino también con la naturaleza. Arroyo Catuche reunió a expertos extranjeros del barrio y sus vecinos en un esfuerzo por unir la naturaleza del río y la vida del ciudadano a través de un proyecto urbano inspirado en la conciencia social.
En 1999, unas 800 familias catuche quedaron sin hogar. Una inestabilidad atmosférica, conocida por los expertos Deslizamientos de montañaLas lluvias torrenciales han arrastrado toneladas de tierra, rocas y vegetación a lo largo de la costa y estribaciones desde Ávila hasta Caracas. Según el Consejo Nacional de Vivienda (Conavi), sólo en el estado Vargas más de 10.000 edificaciones resultaron dañadas y unas 695 hectáreas quedaron completamente destruidas. Después del deslizamiento de tierra, Catuche necesitaba ser reconstruida, pero la comunidad se preguntaba cómo hacerlo.
Yuraima Martín, arquitecta y profesora de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, fue una de las primeras integrantes de la reconstrucción del barrio tras la inundación de 1999 “un proyecto en el que estamos involucrados desde hace mucho tiempo. 30 años nos dicen que tenemos que aprender si vamos a vivir al lado de un cañón vivir realmente Al lado de un cañón”, explicó Martin.
cultura del agua
Para el arquitecto y Félix Goidas, sobrevivir a la tragedia de Katuche, las relaciones y el compromiso cívico fueron claves. La creación y el desarrollo de los barrios catuche estuvieron estrechamente vinculados al río y ofrecieron atractivos recursos naturales a los primeros colonos, señaló Martín. “Es un lugar desde una perspectiva histórica, conectado al agua desde su origen. Catuche es originario de su valle, Necesitamos hablar de cultura del agua“, destaca el arquitecto.
Para Martín, la cultura del agua es una conciencia social y un conjunto de prácticas que promueven el uso responsable, equitativo y sostenible de este recurso natural. Este concepto implica una relación respetuosa y equilibrada con el agua, donde se reconoce su valor no sólo como recurso esencial para la vida, sino también como elemento cultural y simbólico. En el caso de Catuche, un barrio cuyos orígenes están intrínsecamente ligados a la presencia de su río, la cultura del agua representa el respeto y el compromiso cívico con la gestión de un recurso que forma parte de su identidad y memoria histórica.
Infraestructura y Social
“Queremos quedarnos aquí”, describió Martín lo que dijeron los vecinos de Catuch cuando se reunieron con los arquitectos para trazar el rumbo del proyecto después de la tragedia. “El concepto de proyectos compartidos juega un papel importante”, explica el urbanista; “No es que venga una entidad estatal y te imponga una iniciativa, sino que el proyecto surge de una necesidad colectiva. En este proyecto se aunó el conocimiento de expertos en hidrología y riego geológico con personas expertas en el propio día a día de la zona.”
Pero, en Catuche, lo físico se mezclaba con lo social. “Lo importante es que los proyectos no sean sólo físicos, sino que tengan un proyecto social”, dice Goidas Para los ciudadanos de Catuch, la concientización y el conocimiento sobre el valle es lo que fortalece la infraestructura construida y la hace perdurar en el tiempo. La formación de los jóvenes juega un papel fundamental.
Martin y Goidas coincidieron en que el éxito urbano estaba, en gran parte, vinculado a la participación comunitaria. Goedas, como miembro y líder del vecindario, sabe lo que tanto el río como la comunidad necesitan, y por eso dice que la mayoría lo sabe. Catuche es un campo de práctica constante de la ciudadanía, pues sus integrantes son conscientes del peso de sus voces políticas y cívicas.
De manera similar, gracias al cruce del cañón, el cambio social y la adopción de la ciudadanía quedaron firmemente arraigados en Katuche. El papel de las mujeres para poner fin a la violencia y hacer avanzar a las comunidades, así como el papel del arte y la cultura entre los jóvenes, aunque quizás sean rasgos tangenciales del cañón, son evidencia del mismo espíritu social que mantiene el respeto por el río.
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Reconstrucción del desfiladero
De acuerdo a Informe De un recorrido guiado por Catuche liderado por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, el barrio es altamente vulnerable a desastres por deslizamientos de tierra y fuertes lluvias, según estudios hidroeléctricos. En esta zona, cada hectárea de casa recibe agua de lluvia de 18,5 hectáreas de montaña, lo que convierte al río en un gran embudo.
El informe destacó que, para 1988, existía una “ausencia significativa de espacios comunes adecuados, servicios públicos recreativos y educativos, vías de comunicación vehicular, sistemas adecuados de alcantarillado y recolección de aguas servidas, recolección de basura, alumbrado público y redes de aguas blancas”.
Parte del sistema del Proyecto de Saneamiento del Valle de Katuche incluye la limpieza del canal y sus orillas, un sistema de control de inundaciones y flujo de agua.
Alivio del agua de lluvia contaminada, reconstrucción de viviendas, creación de espacios comunes, etc. Los proyectos de reconstrucción en el valle y sus alrededores continúan hasta el día de hoy, y sus residentes aún enfrentan problemas como, por ejemplo, los asentamientos informales en áreas de alto riesgo.
Sin embargo, si bien la reconstrucción física fue abrumadora para sus habitantes, la mayor reconstrucción fue para su gente. Para Martín, la creación de un espacio físico es aquel que fomenta un intercambio social, un diálogo. La reconstrucción del Cañón habla de la reconstrucción Catuche, así como la cultura del agua habla del despertar de una conciencia social que transforma los barrios.
*De un programa de formación para nuevos periodistas.
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