La presidenta de Perú en cuestión, Dina Baluarte, pidió hoy, ante un nuevo voto hostil, ser evaluada a fin de año y afirmó que su alta desaprobación se debe a la crisis que generaron las protestas en su contra.
En conferencia de prensa durante una visita a la ciudad amazónica de Iquitos, confirmó que las protestas, que han dejado un alto número de muertos, han planteado demandas políticas que calificó de improbables, como elecciones anticipadas y un plebiscito.
Reconoció que la mayoría de los manifestantes protestaban solo por demandas históricas y no por una agenda social, que se estableció hace siete meses tras la destitución y encarcelamiento del presidente Pedro Castillo por anunciar la disolución del parlamento.
Sin embargo, sostuvo que un grupo minoritario utilizó las protestas “para generar caos, violencia, crisis de intereses políticos”.
Un reportero le preguntó sobre la presencia en el aeropuerto, de un grupo de vecinos de Iquitos que desplegaban pancartas con consignas en contra del presidente, y él respondió que solo veía gente aplaudiendo.
El asediado presidente agregó que solo ha estado en el cargo durante seis meses en medio de una crisis atribuida a las protestas y sugirió que su desempeño será evaluado cuando cumpla un año en el cargo el próximo diciembre.
Fue consultado sobre la declaración del primer ministro Alberto Otarola en la televisión francesa de que la “crisis ha terminado” y que el régimen ha sido confirmado, lo que contrastó con las protestas pacíficas que tuvieron lugar ayer en la sureña región andina de Puno.
“Este grupo minoritario se va a organizar y hay que identificar quién está financiando esta movilización”, dijo, confirmando claramente que el gobierno no ha demostrado la supuesta financiación que suele mencionar.
La nueva encuesta encontró que tiene un 17 por ciento de aprobación, en comparación con un 77 por ciento de desaprobación, este último con un aumento de un punto, y solo un cinco por ciento que lo encuentra creíble.