con una espátula
El Gobierno estadounidense investigará los riesgos para su seguridad nacional que pueden suponer los vehículos conectados a Internet, particularmente los procedentes de China, según han informado este jueves el presidente estadounidense, Joe Biden, y el Departamento de Comercio.
La investigación podría conducir a una prohibición de la venta de este tipo de coches chinos en EE.UU. por temor a que las autoridades chinas puedan utilizar los coches para espiar o causar problemas en las carreteras del país.
“No hace falta mucha imaginación para imaginar cómo un gobierno extranjero con acceso a vehículos conectados podría plantear serios riesgos tanto para nuestra seguridad nacional como para la privacidad de los ciudadanos estadounidenses”, dijo la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, en un comunicado.
El presidente Biden apuntó directamente a China y dijo en una declaración que “las políticas de China podrían inundar el mercado estadounidense con sus automóviles”, lo que podría “representar un riesgo” para la seguridad nacional de Estados Unidos.
“No voy a permitir que eso suceda mientras esté bajo mi mandato”, dijo Biden.
El presidente comparó los vehículos conectados con teléfonos móviles, que pueden recopilar información sensible tanto de los ciudadanos como del país “y enviar esa información a la República Popular China”.
Biden también destacó que China restringe la venta de vehículos fabricados en Estados Unidos en su mercado, por lo que no cree que sea justo que los coches conectados chinos tengan acceso “sin restricciones” al mercado estadounidense.
El anuncio de la investigación se produce días después de que la Alliance for American Manufacturing (AMA), que agrupa al sector manufacturero estadounidense, publicara un informe en el que advertía que vehículos de marcas chinas producidos en México llegarían a Estados Unidos. “Desastroso” para el sector del automóvil.
La AMA pidió a Estados Unidos que desarrollara herramientas para frenar sus importaciones.
Desde la presidencia de Donald Trump (2017-2021), Estados Unidos mantiene un arancel del 25% a las importaciones de automóviles chinos, sumado a un arancel general del 2,5%, que económicamente vende estos vehículos en el país. inválido el país
Pero varios analistas han advertido que empresas chinas como BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo, encontrarán formas de vender sus productos en Estados Unidos.
Caracas Al Dia