Según la ONG Fundades, 44 personas en Amazonas y Bolívar fueron asesinadas entre 2019 y 2023 en el contexto de violencia vinculada al arco minero del Orinoco, 20 de ellas indígenas.
ciudad de guayana La ONG Fundreads presentó su informe Grupos armados y Estado venezolano violan el derecho a la vida de los pueblos indígenas. Dijo que entre 2019 y 2023 documentaron 44 asesinatos en los estados Amazonas y Bolívar en el contexto de la violencia minera.
De esas más de 40 personas, 20 pertenecen a comunidades tribales, 11 de Amazonas y 9 de Bolívar Las muertes se han relacionado con autores de grupos armados irregulares y miembros de las fuerzas armadas nacionales.
El informe cita al Observatorio de Ecología Política de Venezuela, cuando en 2022 expresó su preocupación por un aumento de la matanza de indígenas en la Amazonía, con la mayoría “afiliados a grupos armados extranjeros que controlan la explotación de oro en esas regiones”.
En la mayoría de los casos, estas muertes fueron el resultado de la lucha de ambas entidades por el control territorial de los depósitos de oro. A esto se suman represalias por denunciar irregularidades relacionadas con la minería ilegal en su zona, como le ocurrió al líder tribal Wuttuja. Virgilio Trujillo.
Todo esto no le pasa al Estado venezolano para garantizar sus derechos humanos, señala la ONG. Algunas acusaciones incluso van contra sus fuerzas de seguridad.
“La eliminación está lejos de realizarse correctamente Minería ilegal y otros delitos A quienes se comprometen con estas tierras, sin dañar a las personas ni al medio ambiente, el Estado ordena acciones que impactan negativamente, dejan consecuencias irreversibles y centran la atención en quienes están interesados en ayudar”, enfatizó la organización.
En el caso simbólico
En la región del arco minero del Orinoco ocurren múltiples situaciones delictivas. Desde contrabando, trabajo forzoso, tráfico de drogas, desapariciones, secuestro, extorsión, trata de personas, prostitución de mujeres y niñas y extracción ilegal de minerales. El Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, Guyana Core, también condenó la situación.
Un caso emblemático de esta masacre fue el de Parima B. Cuatro miembros de la tribu yanomami fueron atacados por funcionarios militares en una disputa por el uso de un dispositivo Wi-Fi que pertenecía a la comunidad indígena y estaba en manos de agentes uniformados. . Esa situación fue más que un detonante de los incidentes de abuso acumulados.
“Una comunidad yanomami en el sur de Venezuela recibió una donación de equipos para conectarse a Internet, por lo que acordaron con militares de la zona instalarlo en su base porque el lugar cuenta con paneles solares. Decidieron compartir la conexión Wi-Fi. Conexión Fi. Después de un cambio de personal en el puesto de aviación, el acuerdo se rompió y los indígenas fueron a quejarse. En la discusión murieron cuatro yanomami. También resultó herido un adolescente de 16 años, entre ellos dos oficiales. Otros tres “La comunidad de Parima B está de luto por sus muertos y se ha rebelado desde el incidente”, dijo un testigo extranjero a los medios.
No hay garantía
En septiembre de este año, la Operación Atana dejó tres víctimas, entre ellas un menor de edad. Se trató de una incursión de las fuerzas armadas al Parque Nacional Yapacana.
“Los 44 pueblos indígenas que habitan en los estados fronterizos de Venezuela: Julia, Apure, Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro, Monagas y Anzotegui, además de algunas etnias seminómadas que deambulan de un lado de la frontera con Colombia. Brasil, están expuestos a sus acciones violentas. Grupos armados irregulares que controla el movimiento ilícito de bienes, combustible y personas”, advierte Fundreads.
La violencia minera va en aumento. En 2016, después de eso. Masacre de TumeremoEn Bolívar, la ONG Prova exigió al Estado eliminar a estos grupos armados irregulares. Encontraron 16 personas muertas en ese incidente. El presidente Nicolás Maduro afirmó que los perpetradores de la masacre fueron un grupo de paramilitares, integrado por personas de nacionalidad colombiana.
Denunciar estos hechos relacionados con la minería en Bolívar y Amazonas y enfrentar a estos grupos o fuerzas armadas, a quienes se les acusa de permitir el ingreso a territorio venezolano de grupos criminales y guerrillas extranjeras, enfrentan represalias por parte de quienes denuncian.
Esto es lo que le pasó al indígena Uottuja Virgilio Trujillo. Recibió un disparo en la cabeza el 1 de julio de 2022 en Puerto Ayacucho, estado de Amazonas. Se supone que la guerrilla colombiana llevó a cabo el ataque.