Un juez ordenó la destitución de la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, por cargos de traición y conspiración en un procedimiento relacionado con la crisis política de 2019, aunque persisten los cargos de participación en terrorismo.
Luis Guillén, abogado de Áñez, dijo este miércoles a Efe que la impunidad es una concreción que “hace hoy” el juicio a una sentencia dictada por el Tribunal Constitucional en marzo de 2022, cuando “excluyó” del ordenamiento jurídico el delito de traición a la patria. El país lo considera “inconstitucional”, informa DW.
La resolución de sobreseimiento en el caso denominado “Golpe I” firmada el lunes, que fue divulgada este día a los medios de comunicación, demuestra que la inmunidad es a favor de los ex ministros de Áñez, Rodrigo Guzmán y Álvaro Coimbra, y de cuatro ex ministros. jefes militares
También planteó cargos de “sedición y conspiración” contra Áñez y otro ex líder militar y ordenó al fiscal del caso “acordar” la resolución.
“Esto nos permite ver que a él (Añez) sólo se le imputará el delito de complicidad en el delito de terrorismo”, dijo Guillén.
Juez reconoce “violación” de derechos
El jurista consideró que la resolución judicial, que llegó casi dos años después del fallo constitucional, demuestra que la “vulneración” de los derechos de los acusados de delitos ya ha sido retirada y que quienes habían sido “privados de su libertad” durante este tiempo.
Guillén recordó que los delitos de terrorismo, traición a la patria y conspiración fueron “criticados por la comunidad internacional, porque no son compatibles con el respeto a los derechos humanos”.
Áñez se encuentra en prisión preventiva desde marzo de 2021, inicialmente acusada de terrorismo, traición y conspiración (caso Golpe de Estado I), tras una denuncia presentada por un exdiputado del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), tras los hechos. que llevó a la crisis política de Evo en 2019. Morales renunció a la presidencia.
Para el gobierno y el oficialismo, las protestas contra Morales fueron un “golpe de estado”, mientras que la oposición afirmó que se trataba de un descontento social provocado por un fraude electoral.
A mediados de 2022, Áñez recibió una condena de 10 años de prisión en un caso denominado “Golpe II” por colocarse indebidamente en la línea constitucional de sucesión tras las renuncias de Morales y de varios altos funcionarios de su gobierno y parlamento.