con una espátula
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, acusó este miércoles a Rusia de “violar el protocolo de guerra” tras un ataque a civiles en un restaurante del este de Ucrania que dejó entre una decena de muertos y heridos a tres colombianos, entre ellos el autor Héctor Abad Faciolins.
“Rusia atacó a tres civiles colombianos indefensos”, condenó en Twitter el presidente, que hasta el momento se ha abstenido de condenar el ataque de Ucrania.
Abad conversaba el martes en una pizzería de Kramatorsk con el excomisionado de paz Sergio Jaramillo, negociador del proceso que condujo al desarme de la guerrilla de las FARC en 2017, y la periodista Catalina Gómez cuando el establecimiento fue alcanzado por un misil.
Las dos primeras personas fueron reportadas lesionadas en las redes sociales. Las fotografías muestran al autor con ropa sucia y con sangre en una mano y una pierna vendada.
También estaban con la escritora ucraniana Viktoria Amelina, quien dijeron que estaba “en estado crítico debido a heridas en la cabeza, posiblemente por los cristales y vigas que salieron volando”.
Petro ordenó a la Cancillería que emita una “nota diplomática de protesta” a Rusia por el atentado y aseguró que espera que los tres colombianos regresen a casa “sanos y salvos”.
Abad y Jaramillo viajaron a Ucrania en medio de una campaña independiente para “expresar la solidaridad latinoamericana contra la bárbara e ilegal agresión rusa”.
Gómez es corresponsal de varios medios colombianos e internacionales como France 24.
Esta es la primera vez que Petro rechaza públicamente los avances militares del presidente ruso Vladimir Putin. El presidente de Colombia ha dicho que es partidario de una “solución pacífica” al conflicto que comenzó en febrero del año pasado. También ha negado haber enviado armas de apoyo a Ucrania.
Más temprano, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia anunció su “fuerte condena” al atentado, en el que murieron siete adultos y tres menores.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó el miércoles la participación de su país en el ataque. “Rusia no ataca la infraestructura civil, ataca las instalaciones conectadas de una forma u otra a la infraestructura militar”, dijo.
El misil destruyó el restaurante, muy popular entre soldados, comunicadores y trabajadores humanitarios en la ciudad ucraniana, el último gran centro urbano al este del país bajo control de Kiev.
Antes de la guerra tenía unos 150.000 habitantes.
Los equipos de rescate dijeron que las operaciones de rescate continúan entre los escombros.
AFP