En una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson transmitida el miércoles (6/5/2024), el presidente de El Salvador, Naib Buquel, describió a las pandillas que operan en El Salvador como “satánicas”. Además, consideró un “milagro” que se pudiera apaciguar al país y que la principal arma que utilizó para combatir a las pandillas fue la “oración”. “Tuvimos victorias impresionantes porque ganamos la batalla espiritual muy rápidamente”, dijo.
El presidente salvadoreño recordó que estuvo una mañana en su despacho observando lo que pasaba y tratando de decidir “porque cuando quieren crear terror pueden atacar a cualquiera” y tenían “6 millones de objetivos potenciales”.
“Era una tarea imposible, porque teníamos que ir tras ellos y se mezclaban con la población en todas partes y mataban al azar. Intentamos decidir qué hacer y dije: 'Estamos ante una misión imposible. Entonces rezamos'. .
“A medida que la organización creció, se volvió satánica. Comenzaron a hacer rituales satánicos”, dijo Bukele sobre las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18.
27 meses de estado de emergencia
Por otro lado, el Presidente señaló que la “fórmula oficial” para el éxito de su “guerra” contra estos grupos criminales es que logró fortalecer la policía y duplicar el ejército, pero la verdadera clave fue “un milagro”. Dijo que el país había cambiado en unas pocas semanas.
“Estamos más seguros que cualquier otro país del hemisferio occidental y, si hubiera dicho eso hace cinco años, me habrían dicho que estaba loco. Era literalmente el país más peligroso del mundo”, afirmó. Recordó que, en marzo de 2022, las pandillas lanzaron un ataque y “mataron a 87 personas en 3 días, lo cual es una locura para un país de 6 millones de habitantes”.
Tras este aumento de la violencia, Buckel pidió al Congreso que ordenara una norma de emergencia, que sigue vigente 27 meses después, encarcelando a más de 80.000 presuntos pandilleros. El sistema, que permite detenciones sin orden judicial, ha sido criticado por organizaciones humanitarias por detener en prisión a “personas inocentes que sufren”.