con una espátula
Al menos cuatro personas fueron detenidas este martes en Bélgica y otras dos en Países Bajos bajo sospecha de exportar ilegalmente material civil o militar de doble uso a Rusia, país sancionado por la Unión Europea (UE) por la guerra en Ucrania.
Según la fiscalía belga, la investigación afecta al comercio de materiales y tecnologías estratégicas consideradas “sensibles”, objetos que pueden tener un doble uso civil y militar, como microchips, acelerómetros o motores, protegidos por restricciones legales impuestas por Bélgica y la UE. . En el caso de algunos países como Rusia debido a la guerra.
Los productos sensibles son piezas y software que pueden usarse, por ejemplo, para fabricar drones y misiles que luego se utilizan en zonas de conflicto, aunque productos como cámaras termográficas y drones también están sujetos a restricciones.
Las autoridades belgas y holandesas llevaron a cabo una serie de registros simultáneos en domicilios particulares y sedes de empresas, que culminaron en el arresto de seis sospechosos, que están siendo interrogados antes de determinar si serán encarcelados y llevados a juicio.
Según el periódico belga De Standard, uno de los detenidos es Hans Dzi, director de una empresa con sede en el municipio de Knock, provincia de Flandes Occidental, cuya licencia de exportación fue suspendida por Estados Unidos después de que comprara acelerómetros a otra empresa. de Florida, que estaba destinado a clientes europeos, pero, según el FBI, estaba destinado a China.
En esta ocasión, la investigación se centró en el comercio de estos mismos productos en Rusia.
Los periódicos belgas afirmaron que Hans Dzi estuvo involucrado en un caso en Suecia, donde el espía ruso Sergei Skvortsov fue juzgado por liderar una red comercial secreta que introdujo tecnología occidental en Rusia. Skvortsov envió los productos a Bélgica, donde fueron reenvasados y enviados a una empresa fachada de inteligencia militar rusa.
Los investigadores suecos han descubierto mensajes enviados entre Skvortsov y Hans DG entre 2017 y 2020, que contenían nombres de empresas y conversaciones sobre facturas impagas, por valor de varios millones de euros, añadió De Standard.
La fiscalía belga confirmó hoy que la investigación se inició gracias a información compartida desde Estados Unidos, que anteriormente abrió un caso por exportación ilegal de bienes de doble uso y blanqueo de dinero.
Caracas Al Dia