Venezuela celebra 100 días desde la celebración de un referéndum que hasta ahora no ha logrado su objetivo de anexar el Esequibo al país, a pesar de las amenazas de Caracas, algunas de las cuales han sido paralizadas, de controlar y explotar los aproximadamente 160.000 kilómetros cuadrados que controla Guyana y hazañas. Por mucho tiempo.
Luego de una consulta unilateral impulsada por el chavismo, en la que casi todos los participantes aprobaron la anexión, todos los poderes del Estado anunciaron medidas que incluían una legislación para crear un territorio venezolano en disputa y extraer sus recursos, que aún está en curso. Dirigida por Georgetown.
Aunque Venezuela insiste en que Esequibo, que no controla desde 1899, “pertenece”, el gobierno no ha puesto un pie en la región, mientras que Guyana, que ha hablado menos sobre la disputa, espera que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en Caracas tomará la ruta (pese al rechazo) resuelve la polémica.
El silencio de Venezuela
A 100 días del referéndum, el gobierno no habla del despliegue militar que el presidente Nicolás Maduro ordenó para una región cercana al Esequibo, ni del plan de otorgar la nacionalidad a quienes viven en la región, ni de la concesión que se debe hacer “inmediatamente”. “Para explotar el petróleo allí…
No hay noticias sobre la orden presidencial de expulsar en un plazo de tres meses a las empresas que operan allí con permisos de Guyana, que siguen operando sin problemas, ni sobre la controvertida ‘Ley de Defensa Esequiba de Guyana’, el marco con el que Venezuela se comprometió a formalizar la anexión y cuyas negociaciones El Parlamento quedó paralizado el 9 de enero.
Las pocas declaraciones del gobierno sobre el Esequibo giran en torno a los “derechos” de Venezuela sobre la región y la búsqueda de una solución amistosa con Guyana, sin comentar todos los planes anunciados ni el dinero gastado en esta operación.
Ventana diplomática
Tras la tensión y preocupación de la comunidad internacional por la posibilidad de una escalada violenta, ambos países adoptaron una vía diplomática a pedido de un tercero que comenzó con una reunión entre Maduro y su homólogo guyanés, Irfan Ali. A partir de diciembre.
El encuentro, impulsado por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, apagó el fuego de la polémica y dio paso a otras acciones que enfriaron el tema, como nombramientos bilaterales de embajadores y reuniones entre cancilleres.
El 25 de enero, los jefes de diplomacia de Venezuela y Guyana, Ivan Gill y Hugh Todd respectivamente, crearon una comisión en Brasil para mantener un diálogo pacífico y no amenazador sobre la disputa, prometiendo volver a reunirse en marzo. La fecha aún está por conocerse.
En esta conversación, Caracas aprobó la vigencia de la Convención de Ginebra, que estableció la necesidad de encontrar una solución a través de negociaciones directas, especialmente en aguas que considera “pendientes de demarcar”, que contienen grandes reservas de hidrocarburos.
Fuera de las conversaciones, Maduro reiteró este mes que Venezuela no acatará ningún fallo de la CIJ y que, independientemente de su fallo, Guyana se verá obligada a pactar con Caracas sobre el Esequibo, que representa dos tercios de su territorio.
Campaña presidencial
En Venezuela, que apenas hablaba del Esequibo hace 100 días, el tema se desvaneció hasta marzo, cuando el anuncio de la fecha de las elecciones presidenciales enterró el interés informativo en la disputa, dejando las conversaciones entre Caracas y Georgetown prácticamente intactas.
Con elecciones convocadas para el 28 de julio, persisten las dudas sobre el lugar que ocupará el debate regional, y todo el dinero para el referéndum del 3 de diciembre se ha gastado en campañas políticas, que comenzarán oficialmente el 4 de julio.
El presidente -que, según el gobernante PSUV, buscará la reelección para un segundo mandato- ha asegurado que piensa “encarnar” la anexión, una promesa que, de implementarse, reactivaría la amenaza de guerra.
Caracas Al Dia