con una espátula 11 de febrero de 2024, 17:04 Los manifestantes sostienen carteles y hablan a través de un megáfono en apoyo al convoy “Take Back Our Border” cerca de Cornerstone Children’s Ranch cerca de Quemado, Texas. (Foto de Sergio Flores/AFP) Entre los cientos de trabajadores que llegan a la frontera sur de Estados Unidos en Texas hay algunos que creen que los inmigrantes en su país son “malas personas” que les quitan sus empleos. Por eso están dispuestos a luchar contra esta “invasión”.Prepárate para el Carnaval con la mejor información. ¡Suscríbete gratis! Aunque la convocatoria anunció la presencia de miles de manifestantes en la frontera con México, la reunión no fue grande. Pero hubo camaradería, pollo frito, carne asada, música, un bautismo y discurso religioso. “Pro-Dios, Pro-Armas y Pro-Vida”, decía una camiseta a la venta en el evento. Convoyes de camiones, furgonetas y casas móviles de varios puntos del país llegaron a una finca en Quemado, Texas, un pueblo de 162 habitantes, con casas rurales en medio de un valle por el que fluye el río Bravo o Grande, el natural borde. Entre Estados Unidos y México. Miles de inmigrantes cruzan ese río cada mes después de largos viajes desde Centro y Sudamérica en busca de una vida mejor en Estados Unidos, un tema clave en el debate sobre las elecciones presidenciales de noviembre. En Quemado, “We the People” (“Nosotros el Pueblo”, como comienza la Constitución estadounidense), acampamos durante el fin de semana bajo el lema “Take Back Our Borders”. Hace unos días, uno de los organizadores del evento afirmó que los participantes eran “el ejército de Dios”. “Únete a la guerra de Dios”, leía Quemado en la carrocería de un automóvil. “Estamos siendo atacados y tenemos que controlar lo que está pasando”, dijo a la AFP Robin Forzano, de 43 años, que controla el acceso al rancho de Texas. Nora Fortenberry, una policía retirada de 55 años, cree que en este “ataque” vienen “los malos”. [que buena]Y están aquí para vivir del dinero de nuestros impuestos”. Varios camiones portaban banderas de apoyo al expresidente Donald Trump, el favorito republicano para la presidencia, y lemas que denunciaban al titular demócrata Joe Biden, que busca un nuevo mandato. “Amamos a los inmigrantes legales, pero los ilegales los perjudican y nos impiden conseguir trabajo”, dijo Adam Chavín, de 39 años, vestido con una camiseta con una foto de Trump. Los partidarios de Trump se unen al convoy Take Our Border Back cerca de la frontera entre Estados Unidos y México en San Ysidro, California. (Foto de David Swanson/AFP) Zona de desastre “Cuando vas a México, hay gente maravillosa, pero parece que cuando cruzan aquí, (…) les roban”, dijo Marty Byrd, de 73 años, partidario de Trump, en Eagle Pass. La localidad, a unos 30 kilómetros de Quemado, está en el centro de un conflicto entre el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, y la administración Biden. El gobierno federal demandó a Abbott por tomar el control militar de Shelby Park e instalar alambre de púas a lo largo del río. A mediados de enero, la administración Biden informó que soldados texanos habían impedido que la policía fronteriza federal ingresara al parque para rescatar a tres migrantes que se estaban ahogando. Texas negó la denuncia. Biden llevó el caso a la Corte Suprema, que permitió a la policía fronteriza cortar la valla de alambre de púas. Pero un Abbott desafiante ha ordenado tender más cables y cuenta con el apoyo de otros gobernadores estatales del país, que le han enviado refuerzos militares. El fiscal general de Texas, Ken Paxton, compartió en sus redes el lema “ven y tómalo”. [“Come and take it”]Una provocación utilizada en la Guerra de Independencia de Texas de México en el siglo XIX. Los republicanos de la Cámara de Representantes han iniciado un histórico proceso de juicio político contra el jefe de seguridad nacional de Biden, Alejandro Mayorkas, culpándolo de la crisis migratoria. Con un negocio de alquiler de kayaks en el Río Bravo, Jesse Fuentes se ve directamente afectado: “Ese río hoy es una zona de desastre (…) el parque se está convirtiendo en una base militar”. “Hay algunos grupos que dicen ser el ejército de Dios, que vienen a sembrar el odio en nuestra comunidad (…) Estoy preocupado porque eso no es lo que somos”, añadió. Felicia Hicks es bautizada en la manifestación Take Back Our Border Convoy en Cornerstone Children’s Ranch. (Foto de Sergio Flores/AFP) ¿El sueño americano? En Quemado, reflexiona un camionero de 47 años que se identifica como Ramblin’ Rick. “La gente que cruza esta frontera ilegalmente quiere venir a Estados Unidos en busca de su sueño, pero ¿están realmente los sueños aquí? “El sueño americano ya no es lo que solía ser”, afirma. Un orador dijo que la lucha en el país no es entre republicanos y demócratas, sino entre patriotas y traidores. “Por eso mis amigos y yo nos subimos a nuestras motos y vinimos aquí para decir: ya basta”, afirmó un militar retirado de 50 años apodado ‘Trigger’. “Si no pueden arreglarlo, entonces nosotros, la gente [We, The People] Lo vamos a arreglar”, aseguró. 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Caravana del “Ejército de Dios” protesta contra inmigrantes en la frontera sur de EE.UU.
Redacción - Caracas Al Dia
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