William Castillo, viceministro de política antiembargo, dijo este viernes que la extrema derecha quería hacer estallar a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) a través de medidas unilaterales impuestas por Estados Unidos (EE.UU.).
“Creo que hubo un plan para combinar medidas coercitivas unilaterales, con su grave impacto económico, con la implosión de PDVSA en 2024, para producir un resultado”, dijo Castillo durante el programa Apulso transmitido por Venezolana de Televisión.
Durante la entrevista, el coministro afirmó que Estados Unidos desempeña un doble papel al imponer sanciones a países soberanos, pero existe presión de sus socios financieros.
“Estados Unidos no podía renovar la licencia y por teléfono podían aprobar cosas que no estaban publicadas. “Estados Unidos puede decir políticamente no renuevo, y detrás de cámara por presión del lobby petrolero, dicen venga”, afirmó Castillo.
En ese sentido, dijo que ningún país del mundo, en tan poco tiempo, ha recibido tantas medidas coercitivas unilaterales, agresiones y ataques a su economía como Venezuela.
“No hay manera de entender o medir la magnitud de la agresión que ha ocurrido en los últimos años”, afirmó.
Reglas para contrarrestar el fascismo
Durante la entrevista, el viceministro de Contrainsurgencia recordó los hechos registrados durante el golpe de Estado de 2002 contra el comandante Hugo Chávez.
En ese sentido, dijo que hubo un “apagón” informativo en esa fecha, en el que los medios distorsionaron la realidad del puente de la Laguna para venderle al país y al mundo que hubo un genocidio en Venezuela al mando del comandante Hugo. Chávez. .
“En el 2002 hubo un apagón informativo. Los medios, porque fue un golpe mediático, los medios montaron el escenario, hicieron el show de Puente Llaguno. Los dirigentes políticos estaban en Venevisión, le dijeron al país que había un genocidio”. “En adelante Chávez ordenó el genocidio y Chávez renunció. La presión seguiría”, recordó Castillo.
Es por esto que Castillo destacó que en Venezuela se impulsan leyes para controlar las actividades fascistas y neofascistas, para asegurar una sana convivencia en el país.
Un ejemplo de ello –señalado por Castillo– es la introducción de leyes contra el fascismo, el neofascismo y expresiones similares.
“Una sociedad democrática debe estar vacunada contra el fascismo; Eso y cómo lo hace: a través de reglas de convivencia, leyes y reglamentos”, señala.
“Los fascistas quieren normalizar o normalizar el odio y la idea de destruir al otro como una opción política legítima”, añadió.