El director general de Chevron Corporation, Mike Worth, dijo este lunes en exclusiva para Bloomberg que la disputa entre Venezuela y Guyana por la defensa de la región del Esequibo no terminará en guerra, dada la situación hostil entre ambos países.
“Estos problemas a menudo se resuelven mediante negociaciones, negociaciones y compromisos” en lugar de acciones militares, dijo el lunes el director ejecutivo Mike Wirth en una discusión organizada por el Consejo de Relaciones Exteriores en Washington.
Chevron es la empresa más interesada en esos dos países por sus recursos naturales, incluido el oro negro. Recientemente, la petrolera compró la compañía energética estadounidense Hess Corp. por 53.000 millones de dólares, un acuerdo destinado a impulsar la producción en un momento en que la industria petrolera estadounidense está apostando por un futuro a largo plazo para los combustibles fósiles. Participación del 30% en el desarrollo petrolero marino de Guyana.
Diálogo entre partidos
Tras el anuncio del diálogo entre Venezuela y Guyana el 14 de diciembre en San Vicente y las Granadinas, Nicolás Maduro calificó el encuentro como “un gran logro” para América Latina y el Caribe.
“Estamos llevando la voz del pueblo venezolano y tratando de canalizar el conflicto surgido por las decisiones ilegales de los gobiernos de Guyana y ExxonMobil, de manera directa, diplomática y pacífica”, afirmó.
Sin embargo, el presidente de Guyana, Irfan Ali, ha dejado claro que esta reunión de alto nivel no le distraerá de resolver el conflicto del Esequibo ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
El Presidente de Guyana reiteró que la frontera terrestre de Guyana no está bajo negociación como lo está actualmente ante la CIJ y que cuando se adjudique, Guyana la respetará plenamente. En varias ocasiones dejó claro que el caso ante la CIJ no estaría sujeto a negociaciones bilaterales.
La reunión entre los dos líderes será facilitada por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.