“Chile no fomentará nuevos flujos migratorios“O “no cambiará su política de inmigración fronteriza debido a una crisis en un país de la región”, dijo. Efe El jefe del servicio de migración de Chile, Eduardo Thayer, advirtió sobre una llegada potencialmente masiva de extranjeros al país sudamericano tras la inversión. Nicolás MaduroEn Venezuela y Donald TrumpEn los Estados Unidos.
“Primero debemos unir a quienes están en el país y resolver posibles tensiones o problemas de integración y regularidad”, dijo la autoridad en una entrevista desde su oficina en el centro de la capital.
Eduardo Thayer (Santiago, 1974), encargado del Servicio de Migraciones (Cermig) desde marzo de 2022, cuando llegó al poder el presidente progresista Gabriel Boric, dijo que si bien “es prematuro” hablar de una nueva ola migratoria, el gobierno chileno “Continúa aumentando los controles fronterizos para mantener y reducir la entrada irregular”.
El propio Sermig calcula que los ingresos irregulares en 2024 han bajado un 37% respecto a 2023 y un 48% respecto a 2022.
“Tener personas en situación irregular es un problema para la seguridad, la integración y la convivencia del país”, afirmó Thayer, sociólogo de formación y miembro del izquierdista Frente Amplio como Boric.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), El 6,6% de la población extranjera residente en Chile se encuentra en situación irregular.
El director admitió que el gobierno está “analizando” la posibilidad de abrir un proceso de regularización “limitado” para unas 180.000 personas, que fueron registradas voluntariamente en 2023 y que tienen arraigo laboral o familiar en el país.
“Esto diferenciará este proceso de cualquier otro proceso realizado anteriormente en Chile y en la región, donde se han solicitado pocos requisitos”, afirmó.
“Avances significativos con Bolivia”
Durante el primer período de su administración, Thayer enfrentó tensiones con países como bolivia y venezuela Por negarse a aceptar inmigrantes deportados de Chile. Sin embargo, en su último año de mandato celebró logros “significativos”, particularmente con Bolivia.
Santiago y La Paz firmaron en diciembre un acuerdo histórico en el que ambos se comprometieron a aceptar el retorno de sus nacionales y migrantes desde terceros países.
“Las barreras a la reorientación fueron bloqueadas y este es nuestro mayor avance en la cooperación migratoria con los países vecinos”, explicó Thayer.
Con una población de 19,6 millones, Chile acoge alrededor de 1,6 millones de inmigrantes, de los cuales alrededor del 33% son venezolanosEl principal grupo de extranjeros en el país que no contaba con apoyo consular desde julio.
“2024, el año con mayor número de expulsiones administrativas desde 2018”
Boric prometió a finales de 2023 que más de 2.000 inmigrantes serían deportados para 2024. Sin embargo, Thayer confirmó que el año pasado se produjeron un total de 1.091 expulsiones, de las cuales 683 fueron administrativas, “el doble”, enfatizó, “de la media de actuaciones administrativas implementadas entre 2008 y 2021”.
“2024 es el año con mayor número de expulsiones administrativas desde 2018”, añadió.
El fundador y exdirector del Observatorio de Políticas Migratorias, que promueve una perspectiva de derechos humanos sobre el tema y asesor de varios programas de la ONU, negó que el gobierno haya endurecido su postura sobre la migración a medida que avanzaba el mandato: “No ha habido ningún cambio, “, señaló. “En lugar de eso, estamos implementando el programa”, dijo.
Cabe señalar que Boric habló en su campaña de la necesidad de reducir la inmigración irregular y restablecer el control de la frontera con Perú y Bolivia junto con las fuerzas armadas, que – afirma – han sido “mal gestionadas en el pasado”.
“Hay cierta resistencia (a la inmigración)”.
La inmigración, que ha crecido rápidamente en Chile en los últimos años, según todas las encuestas, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos: “Hay una cierta resistencia en la sociedad”, afirmó Thayer.
El Ejecutivo adelantó en junio de 2023 un proyecto de ley que aún se encuentra en el Parlamento para ampliar las sanciones por diversos delitos, aumentar los requisitos de nacionalidad chilena, aumentar las penas para los responsables de contrabando de extranjeros y revocar la residencia, entre otros. Quienes cometan violaciones reiteradas relacionadas con la convivencia (riñas, ruidos molestos y venta ambulante).
“Queremos prevenir conflictos entre ciudadanos y extranjeros y si se producen, los gobiernos locales tienen las herramientas para resolverlos”, sostiene.
Thayer espera que el proyecto se apruebe en el primer trimestre de 2025, aunque el verano austral sólo deja marzo para lograrlo.