Más de 15 millones de personas están autorizadas a votar “a favor” o “en contra” de un proyecto de constitución redactado por un organismo dominado por el ultraconservador Partido Republicano de Chile.
Por: RFI
Los chilenos comenzaron a votar este domingo en un referéndum para decidir si mantienen una Constitución criticada desde la dictadura de Augusto Pinochet u optan por un nuevo texto aún más conservador, muy alejado de lo que inició el proceso hace cuatro años.
Los colegios electorales se abren en todo el país a las 8 am y continuarán durante ocho horas. Las elecciones son con votación obligatoria y se espera un recuento rápido de los votos.
Aunque la Constitución actual ha sufrido varias reformas que han eliminado sus normas más autoritarias, todavía divide a este país de unos 20 millones de habitantes, el 70% de los cuales nacieron después de la dictadura.
Más de 15 millones de chilenos están autorizados a votar “a favor” o “en contra” de un proyecto de constitución redactado por un organismo dominado por el ultraconservador Partido Republicano.
El texto reduce el peso del Estado, puede limitar determinados derechos, como el aborto terapéutico, y endurece el trato a los inmigrantes al deportar a quienes se encuentren en situación irregular “en el menor tiempo posible”.
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La encuesta, que no podrá publicarse hasta dos semanas antes de las elecciones, prevé una victoria de la opción “en contra”, aunque un porcentaje de indecisos de dos dígitos podría inclinar la balanza. Todo, ante el escaso interés de la población.
En noviembre de 2020, el 80% de los chilenos decidió iniciar un proceso para cambiar la constitución en respuesta a las masivas y violentas protestas iniciadas en octubre de 2019 desde la dictadura (1973-1990).
Una Asamblea Constituyente dominada por la izquierda redactó un texto progresista que incluía reformas profundas, como la eliminación del Senado y el derecho al aborto, pero que asustó a los votantes, que lo rechazaron por un 62%.
Se inició otro proceso, liderado ahora por el Partido Republicano, que redactó un texto bajo su ideología y sin llegar a un consenso.
“Los ciudadanos están cansados del proceso constitucional, donde en el primer proceso, a diferencia de este, no hubo consenso sobre lo que querían”, dijo a la AFP la abogada Carolina Lefort, de 42 años.
Ese cansancio y complacencia se sintieron en el camino, donde la campaña apenas se sintió. Esta semana libre fue demasiado corta.
Un aumento de los delitos violentos -que los chilenos atribuyen a una afluencia de inmigrantes extranjeros, en su mayoría venezolanos- y una economía que no arranca después de un fuerte ajuste destinado a contener la inflación, centran ahora la atención de la población.
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