El Ministerio de Relaciones Exteriores de China presentó este domingo una protesta al embajador de Japón en Beijing, Tarumi Hideo, por la “difamación” y el “ataque” de China durante la reciente reunión del G7 en la ciudad japonesa de Hiroshima.
El viceministro de Relaciones Exteriores de China, Sun Weidong, quien protestó por la “especulación” en torno a su país, dijo que el G7 “se aferra al conflicto y al pensamiento de la Guerra Fría” y que sus acciones son “contrarias a las tendencias históricas, los hechos objetivos y la moralidad internacional”, dijo la reunión. Esta información la dio en un comunicado publicado en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático este domingo.
Japón, en su calidad de anfitrión, “interfirió en los asuntos internos de China”, comportamiento que Sun definió como “contrario a los principios fundamentales del derecho internacional”.
El documento de conclusión final del Grupo de los Siete -Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Japón, Estados Unidos y Canadá- envió varios mensajes a China.
El texto destacó la necesidad de relaciones constructivas con el gigante asiático en temas económicos y llamó a Beijing a mediar con Moscú sobre la guerra en Ucrania y otros temas relacionados con la situación de Asia-Pacífico, y pidió poner fin a la misma. Resolver pacíficamente los reclamos de soberanía “irrazonables” y las tensiones que rodean a Taiwán.
El vicecanciller reiteró que Taiwán pertenece a China, que “la resolución del asunto de Taiwán es que los chinos decidan por sí mismos” y que Pekín “no permitirá que potencias externas interfieran” en Xinjiang, Hong Kong o en el tema. Tíbet
De igual forma, Sun acusó a Estados Unidos de ser “el que más pone en peligro las reglas del orden internacional y trastorna el funcionamiento de la economía mundial”.
“Ha pasado a la historia la época en que los países occidentales se inmiscuían en los asuntos internos de otros países y en los asuntos mundiales”, dijo el diplomático, quien llamó al grupo a “dejar de incitar a la división y al conflicto”.
El diplomático instó a Tokio a “corregir su percepción de China”, “comprender su autonomía estratégica” y “promover el desarrollo estable de las relaciones entre los dos países de una manera verdaderamente constructiva”.