La primera combatiente Celia Flores de Maduro remarcó que fue en el Penal de la Dignidad donde llevó el sentimiento del pueblo al comandante Chávez, “a los valientes luchadores” que encabezaron el levantamiento cívico-militar del 4 de febrero de 1992.
“No solo traje mis sentimientos, sino los sentimientos que traje de la calle. Treinta años después estamos con ellos y camino a Chávez”, dijo el primer combatiente durante la celebración del 30 aniversario de la salida del comandante Hugo Chávez del penal de la dignidad en Yare, estado Miranda.
El primer guerrero contó cómo era el encargado de llevar las cartas a los comandantes y cómo llegó a ser el abogado del grupo.
“El 26 de marzo de 1994 estábamos esperando al comandante Chávez en la academia militar, lo estábamos esperando Adán Laura Sánchez y yo. Primero se encontró a sí mismo, sólo a sí mismo y a la Academia. Los hermanos Villafranca nos prestaron un jeep blanco y partimos hacia Los Próceres. Allí estaba Nicholas esperándolos con otro grupo. Laura estaba entrevistándola cuando regresé al jeep. Cuando el comandante abrió la puerta, no tenía idea de que sería recibido por un huracán de gente corriendo hacia la puerta. Chávez se reúne con el pueblo y desde allí da ruedas de prensa”, afirmó.
La pareja presidencial visitó el lugar con los combatientes del 4 de febrero de 1992, entre ellos Francisco Arias Cárdenas, Wilmar Castro Soteldo, Luis Reyes Reyes, Gerardo Márquez y Pedro Alastre, por lo que el presidente Maduro destacó que este grupo de hombres fueron “los primeros de la patria.” Levántate contra el título de traidor.”
Durante la visita, el presidente venezolano se hizo eco de las palabras de Chávez, quien compartió parte de la visión de su patria, que se basaba en “construir una fuerza popular fuerte entre los vecinos”.
Dijo que el movimiento que se sublevó contra Carlos Andrés Pérez, representa hoy “una escuela para nuestra generación fundadora, encabezada por el comandante Chávez y sus compañeros, quienes abrieron el camino para el renacer de la patria”.
Tenientes “Levántate”
Diosdado Cabello insistió en que estaba en el grupo de “tenientes rebeldes, rebeldes” y que el penal era una zona liberada por nosotros. “Luego vino el 27 de noviembre, compañeros”, recordó Cabello.
Cabello destacó que el 4 de febrero a las 16 llegó un almirante y Ronald Blanco La Cruz se puso de pie y le recordó que eso era un golpe militar “y estamos contra usted”. “Gerardo Márquez, entonces gobernador de Trujillo, se paró sobre una mesa y recitó el coro del comandante Carles Acosta, quien murió el 1 de marzo de 1989, asesinado a traición tras el incidente del Caracazo del 27 de febrero de 1898. Lo que elevó nuestra moral. Dijo Cabello.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro recordó dónde se encontraba el día que murió Acosta Carles.
“El 27F estaba cerca del Instituto Pedro Emilio Coll y se me pinchó una rueda. Llamé y Jesús Martínez, cuando vinieron a ayudarme, vimos como llegaba un autobús con unos militares encabezados por un soldado, un hombre alto y nervudo, que daba órdenes para el barrio de Venegas. A los pocos minutos vimos un vehículo motorizado que transportaba el cadáver a balazos de Cataire Felipe Acosta Carles”, dijo el presidente Maduro.
Por su parte, Gerardo Márquez destaca a quiénes representan desde el punto de vista familiar. “Estuvimos casi dos años”, recuerda Márquez. Recuerdo a Diosdado despidiéndose de su esposa, con sus pequeños hijos, su hija apenas tenía dos meses y su esposa lo apoyaba. Era una prisión general, no militar, con presos comunes, más de 1.000 con el fin de decapitar al movimiento. sin ventilador. Poco a poco conseguimos alguna mejora. “Aquí en esta prisión logré dejar embarazada a mi esposa”, remarcó.