El cine independiente argentino ha denunciado que la reciente regulación de la ley de cine por parte del gobierno de Javier Milli para promover la actividad, en efecto, desvía financiamiento de la industria y elimina cuotas de exhibición de películas nacionales en salas.
“Este decreto va en contra de los fondos destinados a la producción cinematográfica y va en contra de un derecho muy importante para toda la sociedad, como es un cupo de pantalla que permite espacios de exhibición de películas argentinas en salas de todo el país”. una declaración
El decreto publicado en el Boletín Oficial el 23 de julio estableció la reorganización del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) mediante la cual se reducirá la plantilla, la distribución de subsidios y el espacio de producción nacional.
Los nuevos parámetros para recibir ayudas estatales dependerán de proyectos presentados bajo un plan de producción y financiación plenamente reconocido, donde la subvención no puede exceder el 20% de los fondos y no puede representar más del 50% del coste.
Según documentos gubernamentales, Inca ha pasado de 90 personas en 2000 a 900 trabajadores este año, destinando el 42% de sus ingresos a salarios.