Un análisis de CNN en Español reveló que la condena del chavismo al último intento de asesinato contra Nicolás Maduro contiene elementos que se asemejan a un “guión de Hollywood”.
“Los detalles de la supuesta trama suenan a guión de un thriller de Hollywood”, concluye el texto. “El ministro del Interior de Maduro, Diosdado Cabello, afirmó que los extranjeros detenidos, entre ellos dos españoles y un checo, formaban parte de una unidad en la sombra que viajó a Venezuela para matar a Maduro, aparentemente motivado por una recompensa de hasta 15 millones de dólares. El departamento ofreció información para su arresto o condena en 2020”.
Según Cabello, el complot involucraba no sólo a la CIA, sino también a un Navy SEAL, un Marine, que estaba en servicio activo en Estados Unidos, y el envío de 400 rifles y otras armas de fuego fabricadas a Estados Unidos (ahora incautadas).
Cabello afirmó que los otros dos ciudadanos estadounidenses eran “hackers” que intentaban interrumpir el servicio eléctrico crónicamente ineficiente de Venezuela. (Esta no es la primera vez que Cabello condena el apagón; acusó a la oposición de “ataques terroristas” detrás de un apagón a finales de agosto que afectó al menos a nueve estados venezolanos y docenas de ciudades, incluida la capital, Caracas.)
Sorprendentemente, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, confirmó que el hombre identificado por Caracas era el presunto cabecilla, Wilbert Castaneda, un miembro en servicio activo de la Marina estadounidense que, según Kirby, había visitado Venezuela en un “viaje personal”. Otros medios informaron que Castañeda, que tiene doble ciudadanía mexicano-estadounidense, solía servir como infante de marina, pero le revocaron su estatus en algún momento en el pasado.
Dada la naturaleza de las acusaciones, es casi imposible verificar de forma independiente las afirmaciones de Venezuela.
Sin embargo, entonces los escépticos podrían decir que ese es exactamente el punto: para Maduro, la CIA es simplemente un chivo expiatorio conveniente y probado.