La violencia continúa en Ecuador. Dos coches bomba estallaron al norte de Quito, un incidente sin precedentes en la capital del país
Aunque todo Ecuador ha estado bajo estado de emergencia desde el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el 9 de agosto, han continuado oleadas de violencia, alimentadas por grupos del crimen organizado vinculados a los cárteles de la droga, particularmente mexicanos. Dos coches bomba explotaron al norte de la capital de Ecuador, Quito, en un incidente sin precedentes. Además, Se está produciendo un golpe de estado en seis prisiones del país.
En Ecuador, las autoridades y las bandas criminales están enfrentadas. Luego de la movilización, el miércoles 30 de agosto miles de militares y policías se levantaron para incautar armas, municiones y explosivos en los centros penitenciarios del país, especialmente en Cuenca, Latacunga y Azoges. Hasta el viernes 1 de septiembre, 50 guardias y siete policías seguían retenidos como rehenes en las seis prisiones más importantes del país.
En particular, protestan contra la decisión del gobierno de transferir a muchos líderes de pandillas, incluido “Gordo Luis” de la pandilla Los Lobos, el segundo grupo del crimen organizado más grande del país, a otras prisiones del país. El Estado busca reafirmar su autoridad sobre los centros de detención dominados por pandillas rivales para controlar el tráfico de drogas.
Coche bomba en Ecuador
En la capital, Quito, por primera vez, dos coches bomba que contenían bombonas de gas y cartuchos de dinamita explotaron el miércoles por la noche al norte de la ciudad. Debido a lo avanzado de la hora, no hubo víctimas. Este podría ser el nuevo episodio de la crisis penitenciaria: la explosión de un coche frente a las instalaciones de la administración penitenciaria. La policía ha detenido a diez sospechosos, ecuatorianos y colombianos.
“Este es el primer ataque de este tipo. Hace unos años era imposible imaginar un ataque así en Ecuador, peor aún en la ciudad de Quito. En realidad, hay dos teorías por ahora. Una dice que es una guerra por el control del territorio entre pandillas, pero la segunda hipótesis es que es una medida para reprimir a las pandillas debido a la injerencia que hacen la policía y las fuerzas armadas en las cárceles. Intervenciones relacionadas con registros y movimiento de presos, traslado de presos de un centro penitenciario a otro. Parecería que esta segunda hipótesis es la más cercana a la realidad, pero todavía no hay una versión definitiva por parte de las autoridades”, explicó. RFI Pablo Iturralde es miembro del Centro Ecuatoriano de Derechos Económicos y Sociales.
“El crimen y la inseguridad son las principales preocupaciones del país. Yo diría que también se puede hablar de shock interno. Esta es la primera vez que hemos tenido este nivel de violencia. En relación a la región, actualmente somos el tercer país más peligroso de la región y tenemos algunas ciudades que ya están en la lista de las zonas más peligrosas”, subrayó el analista.
Ante esto, según él, “las autoridades no tienen mejor respuesta”. “Esto tiene que ver con que desde 2017 el país está en un proceso de austeridad fiscal y esto significa que las capacidades de coordinación, planificación y logística de las fuerzas policiales y militares se han debilitado. Es bien sabido aquí, por ejemplo, que cuando la policía tiene que pedir a los ciudadanos recursos para llenar los depósitos de gasolina, no tiene recursos para luchar contra el crimen, etc. Entonces, todavía hay muchas expectativas sobre las autoridades por parte de la población”, enfatizó Pablo Ituralde.
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