con una espátula
En una remontada sensacional, la estadounidense Coco Gough levantó el primer trofeo de Grand Slam de su carrera a los 19 años, al derrotar este sábado a la bielorrusa Aryna Sabalenka en la final del Abierto de Estados Unidos.
Goff logró remontar un set a la siguiente número uno del mundo, Sabalenka, hasta ganarla por 2-6, 6-3 y 6-2 para deleite de 23.000 aficionados en Nueva York que animaron a su joven.
Con esta victoria en su segunda final importante, Goff se convirtió en la estadounidense más joven en ganar el US Open desde su ídolo Serena Williams en 1999.
La joya de Delray Beach (Florida), seguida de cerca en el mundo del tenis desde su irrupción con 15 años, dio el salto definitivo a la élite con una demostración de juego y carácter ante el próximo jefe del circuito.
Sabalenka, que ganó su primera corona de Grand Slam a principios de año en el Abierto de Australia, no ha quedado fuera de las semifinales este año y tiene garantizado destronar a la polaca Iga Swiatek como número uno de la WTA el lunes.
El sábado, la poderosa tenista bielorrusa de 25 años logró ganar el primer set ante una multitud ruidosa en Flushing Meadows, que ganó con autoridad.
Mientras Sabalenka parecía decidida en su camino hacia su primer título en Nueva York, la final dio un giro dramático cuando Goff reenergizó las gradas con una serie de movimientos explosivos.
El bielorruso rompió una racha de cinco derrotas consecutivas que lo dejó atrás de un ya insuperable 4-0 en el set decisivo.
Goff alcanzó su mejor momento para el mayor desafío del inicio de su carrera, logrando una racha de 11 victorias consecutivas y consiguiendo sus dos títulos más importantes (Washington y Cincinnati) en agosto.
Respuesta del campeón
El tenis estadounidense, inactivo desde la caída de las hermanas Williams, tenía motivos para estar entusiasmado durante las últimas dos semanas por el largo viaje de jugadores como Shelton, Fritz y Tiafoe, pero sobre todo por la explosión asegurada de la carismática Coco Goff.
El sábado, la cancha de tenis más grande y ruidosa del mundo se reunió para dar el último paso de su empujón favorito.
Ex campeones como Maria Sharapova y Andy Roddick y actrices como Nicole Kidman y Diane Keaton también vinieron a apoyar al muy popular jugador con su propia voz en la nueva generación y más allá del deporte.
Con el escenario en nuestra contra, y el techo cerrado por amenaza de lluvia, Sabalenka irrumpió con fuerza para imponer su dominio a su joven rival y también a la grada.
La jugadora de Minsk, con su vestido rosa con el que se siente “como una Barbie”, pronunció con un gruñido el impacto de su dañino golpe de derecha y celebró con indiferencia cada ventaja obtenida.
Gough remontó el primer break pero Sabalenka siguió poniendo a prueba sus piernas de velocista hasta tomar asiento después de 40 minutos con el primer set en el bolsillo.
De vuelta en el vestuario, Goff procede a establecer el punto y ayudar a atrapar a Sabalenka.
La bielorrusa cedió su saque en el cuarto game y, en un ambiente cada vez más hostil a sus intereses, cometió 15 errores no forzados con los que cedió el set.
Al inicio del desempate, el impulso de la final inclinó de lleno a favor de los estadounidenses, que entusiasmaron a la afición con varias devoluciones imposibles.
Sabalenka, que perdía 4-0 en el set decisivo, necesitaba una respuesta épica como la que logró contra su compañera local Madison Keys en las semifinales.
La bielorrusa no perdió la compostura y logró conseguir un break que la acercó al 4-2, pero Goff no bajó el ritmo hasta sellar la victoria y se arrodilló entre lágrimas mientras el público vitoreaba. /AFP